miércoles, 19 de septiembre de 2012

Mejora en la Novela Vampirica

Hola a todos los lectores amantes de la sangre que siguen esta novela, hoy quería informarles que el próximo capitulo de "Sacrificio para la perfección"; sera publicado aproximadamente la semana entrante si no hay retrasos o inconvenientes. Esto depende de la nueva modificación que estoy realizando en los capítulos anteriores, con el fin de mejorarlos y hacer un repaso general de la historia para continuarla.
Mil disculpas por la tardanza y molestias, debido a falta de tiempo y mala organización de horarios no pude prestar atención a mundo blogger y algunas historias quedaron de lado. 
Con esto me despido, espero no molestar. Nos leemos pronto, saludos..

Atte: Hana Sakura - Florencia Deporte - Flor de Cerezo. 

martes, 7 de agosto de 2012

Sacrificio para la Perfección - Cap V


Capitulo V: Un vistazo a la historia.

Después de esa cruel despedida y corazones rotos, Mio no volvió a hablar con Haru de nuevo.  Los días se hacían largos, vacíos y dolorosos.  Ella sabia que no era fuerte para enfrentarlo, pero algo en su vida había cambiado, una luz se había apagado dejándola en pena y agonía, ese algo que le faltaba era... la ilusión de estar junto a Haru.
–  ¿Y como te fue con la directora la semana pasada? – Pregunto Hisako a Mio, después de un fin de semana sin verse, mientras ingresaban a su salón.
Mio acomodo su mochila en su pupitre y respondió un poco mas animada que la semana anterior – Al final no pudimos encontrarnos, le surgió un imprevisto antes de nuestra reunión.
– Que mala suerte – afligida.
– No del todo – Le sonrió a su amiga – Me recomendó buscar en la biblioteca un libro, para mi suerte yo ya lo había visto hace tiempo. Asi que se donde esta exactamente, los descubrí por sus portadas tan antiguas que llamaron mi atención.
– Eso es bueno – Sonrió – ¿Vamos después de clases? Te acompaño – Emocionada por ayudar a Mio. Esta asintió y terminaron su conversación cuando el profesor ingreso al salón a comenzar la primera clase del día.
Mas tarde, ese día, Hisako se encontró con Hiroshi en sus clases de piano. Quien estaba preocupado por Mio y quería saber como se encontraba y todo sobre su charla con la directora.
Hisako le comento lo que había pasado y lo invito con ellas a la biblioteca después de clases, pero este se negó ya que tenía planes para ese día. No aclaro cuales eran pero si que eran importantes.
Haru, que se encontraba en el mismo salón, no puedo evitar oír el nombre de Mio y acercárseles a ellos para preguntar.
– Disculpen mi interrupción, pero…  Quisiera preguntarles como esta Mio. Desde lo ocurrido no hemos hablado y la verdad estoy preocupado por ella también.
Hisako lo miro y noto la tristeza en su rostro, ella sabia que Mio había estado evitándolo todo este tiempo. Pero Hiroshi no estaba al tanto de esa información, y pese a su corta relación con Haru, fue el quien le comento como estaba ella y lo que pasaba.
Haru estaba muy agradecido y les pido un ultimo favor, que lo mantuvieran al tanto de todo y si necesitaban algo, que no dudaran en pedir su ayuda. El estaría ahí, dispuesto a ayudar, no solo a mio si no que a ellos también.
El joven vampiro era una persona muy noble, fiel a sus sentimientos y amable. Hisako podía notar todo eso y mas, haciendo que se le partiera el corazón al verlo tan desanimado lleno de frialdad y tristeza. Ella quería ayudarlo, no solo a él, si no también a Mio que llevaba la misma expresión en su rostro que por un mal entendido, palabras sin terminar y nuevos suceso, la relación de ambos había caído en un abismo.
Los días se estaban volviendo más fríos, ya que el invierno se encontraba a la vuelta de la esquina. La ciudad se cubría de una neblina espesa por las tarde, y tomaba un aspecto mas tenebroso.
Las calles apenas eran visibles, y los salones de la academia se tornaban oscuros y para nada acogedores cuando la luz del sol ya no era tan brillante.
Mio se encontraba caminado por uno de los extensos pasillos del tercer piso, debía encargarse de llevar las libretas de alumnos a la secretaria. Pero el aspecto terrorífico la perseguí y escalofríos recorrían su cuerpo, ya no sabia cuan segura estaba ahora o cual peligro corría.
Después de dejar las libretas, apresuro su paso para almorzar con Hisako como lo prometió y luego visitar la biblioteca, pero sentía que cada paso que daba estaba siendo vigilado por alguien a distancia. Salón por salón, ventana por ventana, todo observaba con curiosidad a encontrarse con alguien peligroso o quien la siguiera.
Esa extraña sensación a sus espaldas que aumentaban su miedo, apresurando su paso. Por fin llego al patio, donde había mas personas, más ruido y movimiento, pero se detuvo en la puerta a ver detenidamente el pasillo, sabía que algo no estaba del todo bien.
Sin poder ver algo o alguien, se resigno y corrió a su encuentro. Pero una voz gruesa hablo tras ella – Quiero que la tengas bien vigilada – Y se desvaneció como una sombra, sin dejarse ver ni ser oído.
Mio no sabia nada de eso, pero estaba en lo correcto al sentirse asechada.
Después de su clase, Hiroshi fue el primero en abandonar el salón, mientras que Hisako esperaba a Mio en el pasillo. Haru se despidió de ella con un leve movimiento de su cabeza en forma de referencia y Hisako respondió con su sonrisa. Minutos después, a lo lejos puedo ver a su amiga acercándose – MIO – Grito alegre.
– Perdón por la tardanza, me encargaron las libretas – Respondió.
– No te disculpes – Sonriendo, la tomo del brazo – Vamos, unos libros nos esperan – Se fueron rumbo a la biblioteca sin tener intenciones en detenerse o distraerse en su camino.
Una vez en la entrada, una de las hermanas Shunsuke, Hotaru, cruzo miradas con Hisako, miradas amenazadoras y de alerta, indicando que Mio estaba bien vigilada.
Esta era una de las hijas mellizas del Sr. Shunsuke, y como su padre, compartían ese aspecto sombrío y desprecio por los demás. Siempre dispuesta a seguir cualquier orden de su padre y serle fiel sin importar el costo, pero a demás de su personalidad maquiavélica, por fuera era bastante hermosa como para engañar y atraer a sus victimas como todo vampiro real. Su hermosa figura, largo cabello dorado acompañado con sus ojos magenta, eran la combinación perfecta de una dulce y encantadora estudiante de 17 años. Teniendo en cuenta que su edad verdadera excedía mas de los 100 años.
Dentro de la biblioteca, Mio y Hisako, comenzaron a buscar en los estantes mas viejos y apartados del salón. Minutos pasaron pero no pudieron encontrarlos, lo que desesperaba a Mio que recordaba haberlos visto ahí hace tiempo.
En ese momento aparece detrás de ellas Haruhi, la hermana de Hotaru, que era muy diferente ya que era más comprensiva y no llevaba esa mirada amenazadora como su padre, si no más de nostalgia.
Para sorpresa de las amigas, esta traía en sus manos el libro que tanto anhelaban. Sin expresión en su rostro, solo palabras secas ­– Tómalo ¿No es lo que buscabas? – Se dirigió a Mio.
– ¿Por qué tan amables? – Interrumpió Hisako.
– ¿A que te refieres con eso? La directora me pidió que se lo buscara por ella – La miro con asco y volteo – Un gracias era suficiente.
­– Hisako – Mio la regaño – Espera Ha… Haruhi? No lo mal interpretes, solo que…
– Suficiente, no intentes ser amable. Todos sabemos que eres una frágil niña que en cualquier momento se romperá – Seria – Solo lee eso, y cuando encuentres cosas nuevas ahí no salgas huyendo a llorar con mama.
– DETENTE – Se interpuso Hisako, pero Mio la detuvo.
– Tiene razón – Bajo la mirada – Tiene toda la razón, soy una cobarde – Sus manos comenzaron a temblar mientras sostenía el libro.
Haruhi no tardo en notarlo – Creo que debemos parar esta conversación por ahora, yo ya me voy – Atravesó la puerta sin mirar atrás ni oír los regaños de Hisako defendiendo a su amiga.
– No le hagas caso Mio – La tomo de los hombros y le sonrió – Yo sé que tu puedes con esto, eres una maravillosa persona y no debes dejar que ni por un segundo esto te afecte en nada.
Pero ya era tarde, Mio no pudo contener las lagrimas – No, tiene toda la razón – Las lagrimas no paraban de caer y cada vez apretaba mas fuerte el libro –  No puedo con esto, es muy difícil y yo… Yo… Simplemente no quiero, no quiero esto… Lo pero que todo es tan extraño, todo cambia y… Y Haru… Porque Haru… No lo soporto, no soporto mas – Salió corriendo sin escuchar la voz de su amiga, dejando tras ella todo ese dolor que cada vez se apoderaba mas y mas de su razón. Pero no soltó el libro, y corrió con el a casa.
Hisako, resignada, pidió prestado el libro y se disculpo con la bibliotecaria. Luego se retiro a su hogar, sentir que le había fallado a su amiga y eso la destrozaba.
Camino de regreso, aun se sentía observada, ya no era solo en la escuela también en la calle. Pendiente de eso, el miedo comenzó a invadirla y decidió correr lo que le quedaba de camino.
Sin mirar atrás ni detenerse, sentía esa necesidad de correr más rápido y mas aun cuando la neblina comenzó a dificultarle la visión del camino, todo era mas aterrador.
Una vez en casa, Mio se encerró en su habitación y no hablaba con nadie. Incluso ignoraba a Izumi, lo que sorprendía mucho ya que ella era su mayor confidente. Comenzó a leer el libro sin importar las lágrimas o la tristeza, se puso firme y no pararía hasta terminarlo.
Izumi sentía la necesidad de hablar con ella, quería saber que la preocupaba y tratar de ayudarla en lo que pudiera, pero si Mio no demostraba necesitarla, ella no podría forzarla a algo que no quiera.
Una semana paso y Mio no asistió a clases, había decidido terminar de leer el libro en casa y no ver por ahora a nadie de la academia. Lo que preocupaba a todos, en especial a Haru que no tardo en notar la ausencia de su amada.
Triste y desanimado, sin ganas de nada. Haru estaba perdido en sus mas profundos pensamientos con intenciones de ayudarla pero no saber como. Su hermano no tardo en notar esa “mirada de estúpido, como el la llamaba, y en acercarse a él mientras paseaba por el patio de la academia. 
– ¿No esta muy frio para estar aquí afuera leyendo?
– ¿Qué haces aquí hermano? – Pregunto desanimado Haru, mientras leía un libro bajo un árbol.
– Yo también te extrañe – Sonrió mientras usaba su tono de burla – Veras, no soy el único, pero si el que te lo dirá.
– ¿Notar que? ¿Decirme que?
– Que tienes un aspecto estúpido – Comenzó a reír – No, en serio. Pareces un fantasma llorando penas por ahí, ya deja eso.
– En serio, no estoy de humor.
– Crees que no lo noto, de solo ver tu cara cualquiera se deprime – Suspiro – En fin, vine a levantarte el animo como todo hermano – Le guiño el ojo – Mira, te lo diré asi. Yo estoy enterado de todo hasta de lo que pasa la llorona de tu novia asi que vine a hacer lo que tú no haces.
– ¿De que hablas? No cometas errores – Se puso de pie.
– ¿Ahh, ahora soy yo quien comete errores? Señor enamorado de la virgen, si no mal recuerdo eso esta prohibido.
– Ya déjame en paz – Ambos chocaron sus hombros, per Takano lo detuvo – Suéltame.
– Como quieras, yo me encargare de tus problemas.
Haru volteo – ¿A que te ref… – Takano había desaparecido.
Mientras tanto, Mio había terminado de merendar junto a su abuela y se encontraba lavando los utensilios. A lo que su abuela se preparaba para salir a jugar al bingo con sus amigas, como acostumbraba los viernes por la tarde.
– ¿Estas segura de que no quieres acompañarnos, cariño?
– No abuela – Sonriendo – Debo estudiar, no te preocupes. Ve y diviértete.
– Bueno – Le dio un beso en la frente antes de salir – No estudies demasiado, que recién te recuperas de un resfrió y no quiero que te esfuerces demasiado. Ya faltaste una semana.
– Si abuela – Volvió a sonreírle – Ya ve que llegaras tarde.
La abuela la beso por ultima vez, y se marcho algo preocupada por dejarla sola. Mio aprovecho para hablar tranquilamente con Izumi, mientras le daba de comer, y luego leer el libro.
Izumi se sentó en su regazo, ya había terminado de comer y quería acompañar a su amiga con la lectura, ella también quería saber mas sobre las condiciones de su amiga –  ¿Crees que encontraras las respuestas ahí? Mio.
– No estoy segura, pero la directora dijo que aquí podría encontrar cosas interesantes sobre mi condición –  Abrió el libro y en voz alta, para que Izumi oyera, comenzó a leer.

El Sacrificio
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“[…] Desde la antigüedad y el principio de los días, las brujas han sido las encargadas de mantener el balance de este mundo, con su fuente de poder otorgadas por la misma madre naturaleza que bajo su permiso, son dignas y están obligadas a respetar y hacer respetar las reglas que fueron dictadas.
Pero debido a ciertos desprovistos y desbalances, han tenido que tomar manos duras en el asunto. La creación de la llamada “virgen”, con el fin de mantener el orden en el momento que las brujas ya no puedan controlar el caos.
Desde la primera aparición de la licantropía (hechizo azteca), una bruja desobedeció las ordenes de la naturaleza para protege a su familia (como ella había dicho) creando a un nuevo ser, el vampiro, provocando un desbalance total, conflicto entre especies y despertando la ira de los dioses. Estos, no muy contentos, se encargaron de arrebatarles los poderes pero ya era demasiado tarde, el nuevo ser había renacido. Desde ese entonces tomaron nuevas medidas para disminuir el desbalance, haciendo esclavos a los lobos de la luna y debilitando al vampiro con los rayos del sol. Aunque no todos los dioses estaban de acuerdo, ya que la vida humana estaba en peligro pero ese era un daño colateral que la mayoría iba a aceptar por tratar de desafiarlos.
Pero como la humanidad continúo desafiando, y algunas brujas comenzaron a utilizar la magia oscura en beneficio de vampiro y mal, los dioses decidieron que el día apocalíptico llegaría para darle fin a estas especies sin importar que humanos murieran en esta batalla a muerte.
 Ya que el día apocalíptico, como asi lo llaman al día en que el vampiro y el lobo perderán el control de si mismos y comenzaran una guerra sin sentido para destrozar ambas especies. Asi, renacería un nuevo mundo decidido por los mismos dioses.
Las brujas, al enterarse de esto, decidieron que ya era momento de reforzar su plan de la virgen, y asi poder proteger a sus familias.
Esta, seria la encargada de lograr la paz ese día, despojando a ambas especies de sus habilidades y dejarlos inconscientes hasta que una bruja termine el hechizo con sus sangre pura para darle fin a todo el caos. Para que esto funcionara, se creo una fundación secreta para que los vampiros y hombres lobo terminaran con sus rencores y asi no volver a despertar la furia de los dioses.
Lo que no tuvieron en cuenta, que no todos los seres tenían alma pura y eran demasiados ambiciosos para aceptarlo, y con la ayuda de magia negra, crearon un contra hechizo que permitiera utilizar la sangre de la virgen y crear una nueva raza invencible capaz de derrotar a los mismos dioses, el hibrido. Pero para esto, la virgen debe morir siendo pura sin sangre de vampiro en su sistema. […]

Mio descansó un momento – No puedo seguir leyendo – Suspiro.
– Pero yo creo que con eso es suficiente, a demás el día apocalíptico ya esta definido y por lo visto será este año – Preocupada por su única y mejor amiga.
– Lo se, y no creo ser capaz de lidiar con esto – Comenzando a temblar – Yo… Yo…
– Mio ¿Estas bien? – La miro fijo – Estas temblando mucho…
– Yo… Yo no quiero este destino. No es seguro… – Las lagrimas no aguantaron en caer de sus ojos – No puedo… En verdad, no puedo…
Izumi salto sobre ella y apoyo sus patitas sobre los hombros de Mio – Tranquilízate, por favor Mio. Tranquila, te prometo que todo estará bien.
– Quiero ver a mi familia – Suspiro entre lagrimas.
– Entonces la veras, mañana mismo iremos – Mio asintió.
Ya había anochecido y su abuela aun no regresaba pero eso no la preocupaba del todo, ya que una de sus amigas la tiraría en auto. Decido no leer mas el libro, ya sabia lo que quería sobre ellas asi que no sentía la necesidad de seguir. Izumi acepto esa decisión y la de ir a ver a su familia, ya que pensaba que le subiría el animo y se pondría mas fuerte. Solo esperaba que las cosas mejoraran con el tiempo, no quería que por alguna razón tuviera que perder a Mio.
Después de preparar la cena, subió a su habitación a preparar un pequeño bolso en lo que esperaba a su abuela. Seria un viaje corto asi que no llevaría demasiadas cosas, en cuanto su abuela volviera le diría de su pequeño viaje a casa, de todos modos la semana estaba por empezar y debía retomar sus clases.
Izumi también iría, asi que preparo unas cuantas cosas para el viaje, la mayoría bocadillos.
– Vaya, si que eres una glotona. Izu – Le dijo Mio mientras reía.
– No digo nada, solo porque estas riendo – Sonrió.
Mientras reían y seguían preparando las cosas, un ruido fuerte provenía de la puerta trasera. Esto logro asustarlas, pero Izumi decidió ir con cuidado a ver si no era la abuela de Mio que tal vez había olvidado su llave de nuevo.
Mio esperaba la señala de Izumi para bajar, cuando de repente la gatita pego un grito de susto y lanzo un gruñido. Mio, sin pensarlo, bajo corriendo a ver que pasaba cuando sus ojos lo vieron, se trataba de Takano, que sostenía del lomo a Izumi mientras esta pataleaba y lanzaba zarpazos al aire en defensa propia.
– Ya deja de moverte, esto es irritante  – Suspiro Takano.
– Suéltame, suéltame  –  Exclamaba Izumi. – MALDITO VAMPIRO.
– Si dejaras de intentar atacarme, ya lo habría hecho. Pff, y mira quien habla de vampiros  – Soltó su risa.
Mio se tranquilizo un poco, pero estaba algo molesta al verlo tan de repente en su casa  – ¿Qué quieres? Y ya suéltala, no hará mas nada. Lo prometo. – Izumi asintió y este la soltó.
– Solo viene a hacer lo que mi hermano y el sucio lobo deberían de estar haciendo – Se explico –  Que no hagas ninguna tontería.
– ¿Quién crees que eres?
– Las personas que deben de cuidarte, asi que ya deja de hacerte la fuerte.
– No necesito que me estén cuidando como un niño – Gruño – Asi que ya vete.
– ¿Y porque no vas a la escuela? No me digas después que no haces tonterías, eres una llorona y por eso haces tonterías.
Mio comenzó a reír con sarcasmo – Ya vete de mi casa, no te necesito ni a ti ni a nadie mas a mis espaldas. Izu es la única y con ella me siento segura – Izumi se sonrojo –  Asi que por favor ya vete.
Takano no podía creer tanta estupidez – Con más razón, no me iré hasta que regreses a la academia.
– ¿Como quieres que haga eso? ES VIERNES.
– ¿Asi que creen que soy estúpido? Mira, mi hermano es un inservible. Pero yo no, vi como armaban las maletas y se todo lo de su estúpido plan de ir a ver a tu familia. ¿Cómo se te ocurre, sabiendo que arriesgas tu vida y la de ellos al contactarlos?
– No sé de que hablas.
– ¿Crees que estas segura asi como asi, no le iste el estúpido libro? Hay gente mala y esta detrás de ti, no desperdiciaran ninguna oportunidad para atraparte y hacer esto se los facilitas demasiado.
– No me importa lo que digas, yo iré a ver a mi familia.
– SI, y yo la acompañare – Izumi se paro frente a el seria y desafiante.
Takano frunció su seño, ya estaba molesto – Maldita niña… Esta bien – Volteo y miro un poco el lugar. Luego volvió a verla – Pero yo iré con ustedes, no podemos arriesgarnos.
– NI PENSARLO – Grito Mio – No quiero saber nada contigo.
– O aceptas o yo mismo me encargo que no pongas un pie en la calla, salvo la academia – Serio y decidido, logro intimidarlas.
Mio lo pensó por unos minuto – Esta bien, pero estarás lejos de nosotras y no me hablaras en todo el viaje.
– Mejor imposible – Sonrió Takano.
Después de hablar con su abuela, esta acepto y se ofreció a acompañarlas, pero Mio le dijo que un amigo la acompañaría asi que la despreocupo.
Al día siguiente, Takano las espero frente a la casa y partieron directo a la estación de trenes. A todo esto, ni Haru ni los amigos de Mio tenían idea de este pequeño viaje, pero no eran los únicos que estaban pendientes de la existencia de Mio.
El viaje se hizo largo y aburrido, ya no aguantaba las ganas de llegar a su casa y correr a abrazar a sus padres que hace tanto no veía. Izumi estaba emocionada por conocer el antiguo hogar de su amiga y la familia de la cual provenía. Mientras que Takano, maldecía todo el viaje y se sentía un guardaespaldas de niños.
Ya en las puertas de la ciudad, la cara de Mio se ilumino y una enorme sonrisa alegro su día. Al bajar del tren, ya no aguantaba las ganas de llegar a su casa. Mientras caminaban, ella recordaba cada día vivido en esa ciudad y su viejo instituto y amigos. Tanta alegría, que no se dio cuanta que alguien los estaba persiguiendo y no era cualquier persona, ya que era un ser sobrenatural.
Después de unos minutos de caminata y de soportar los quejidos de Takano, llegaron a la antigua casa de Mio. Y sin poder aguantar, salió corriendo y entro a su casa utilizando sus antiguas llaves que aun conservaba.
Al entrar nadie se encontraba aun en la casa, pero por el horario sospecho que aun estaban trabajando, asi que invito a sus amigos a pasar y preparo un rico almuerzo mientras esperaban.
– ¿No tiene celular o algún lugar donde puedas llamarlos? Se esta haciendo tarde y debemos regresar.
– La verdad no, y no contestan sus teléfonos. Esto me esta preocupando y no me iré antes de saber algo de ellos – La preocupación la estaba invadiendo.  
– Tienes hasta el anochecer – Le aclaro Takano. Izumi no opino sobre el tema, pero estaba preocupada por la tardanza de los padres.
Las horas pasaban y no obtenían respuesta alguna, lo que los estaba desesperando. Mio no tenia muchos familiares a quien preguntarles, y eran difícil de contactar los pocos que había. Takano le dijo que iría a dar una vuelta en los lugares que sus padres solían ir, asi que le pidió a Mio que le dijera cuales eran y salió al instante, dejándola a solas con Izu.
– ¿Estas segura de que no se fueron de viaje? Mio.
– Estoy segura, en esta época no es posible por el trabajo de mi padre. Pero es raro que mi madre no este ya en casa, ella es maestra y la jornada educativa ya ha finalizado hace horas.
– Acuérdate de lo que dijo Takano, están tras de ti ¿No notas algo extraño en tu casa?
– ¿Raro como que? ¿Por qué lo dices?
– Algo que diga que huyeron o… Secuestraron – Mio se puso pálida al oír esas palabras y comenzó a revisar bien la casa.
– Lo único raro es la cantidad de polvo y las cartas acumuladas, es obvio que hace días que no viven aquí. Pero no le avisaron nada a mi abuela de su viaje o posible escape y si estuvieran secuestrados ya me habría llamado el secuestrador ¿No crees?
Izumi comenzó a pensar, pero no estaba segura – Algo raro esta pasando. Debemos esperar que Takano vuelva con noticias, mientras tanto no saldremos afuera.
Ya había pasado una hora y Takano no regresaba, preocupándolas demasiado. Mio no dejaba de caminar por los nervios de un lado al otro de la sala, mientras que la pequeña Izumi revisaba la habitación de los padres. Luego reviso el correo, ya que Mio lo paso por alto y ahí encontró algo que llamo demasiado su atención. Una carta de la policía y otra de la morgue, al ver la segunda, Izumi casi se desmaya pero tras oír un fuerte ruido de cristales roto, hizo que saliera corriendo a ver que su amiga estuviera bien.
Al bajar a la sala, una extraña persona que no había visto antes, estaba sosteniendo a la joven por el cuello. Izumi no pudo hacer más nada que saltar con sus garras sobre esta persona.
Lo que no sabían, que este joven extraño de ojos dorado, y una expresión de maldad y desprecio, que al acercarse se dio cuenta que se trataba de un vampiro.
Había mordido a Mio, ya que no se resistió a la sed de sangre, y esta había manchado su camisa negra entre abierta y su pecho.
 Este, con una voz ronca, se dirigió a Mio – Lo siento niña, no pude resistirme al dulce sabor de tu sangre. – Comenzó a reír – Pero tengo órdenes de llevarte conmigo, asi que copera o lo haremos por la fuerza.
Mio estaba helada, pero no tardo en reaccionar – Tu… Tu eras esa presencia que sentía, alguien me seguía y eras tu –  Este solo soltó una risa.
– Veras, tengo órdenes asi que no es algo que haga por placer.
– ORDENES DE QUIEN – Pregunto Izumi.
– Mira eso, un gato que habla. Y después dicen que los vampiros somos raros… JAJAJA.
– No iré a ningún lado contigo – Dijo Mio – Asi que por favor vete.
Riendo le respondió – Crees que porque lo digas me iré asi nomas – Se puso serio – Creo que no entiendes lo que esta pasando, belleza. – La tomo del cuello y abrió su boca, dejando ver sus grandes y afilados colmillos. Aparto su cabello y la mordió con fuerza, mientras Mio gritaba al sentir ese dolor desgarrador que la inmovilizaba. El agresivo vampiro, no pudo contenerse a tal sabor que la sangre de la virgen tenia, sin poder dejar de succionar su sangre, mio se estaba poniendo pálida.
Izumi gritaba del pánico, arañaba y mordía el cuerpo del atacante pero este no cesaba. En ese momento aterrador, entro Takano por el mismo lado que el otro vampiro, y se lanzo sobre este liberándola.
Sin rodeos, lo sostuvo del cuello al igual que el a Mio, pero Takano introduzco su otra mano con fuerza en su pecho y le arrebato el corazón con mucha facilidad, dejándolo morir al instante. 
Lego se acercó a Izumi, que estaba tratando de despertar a Mio después de haberse desmallado por su perdida de sangre.
– ¿Esta bien?
– No, no… No despierta… Perdió mucha sangre – Le respondió Izumi, con su vos quebrada a punto de llorar.
– A ver, déjamela a mí. – Tomo a Mio entre sus brazos y mordió su propia muñeca, luego dejo caer gotas de sangre en la boca de la joven.
– ¿Qué haces? – Izumi no entendía.
– No te preocupes, mi sangre la curara.
– Pero se transformara…
– Tranquila, para mañana mi sangre ya no correrá en sus venas, y estará a salvo.
– Pero…
– Para convertirse debe morir con mi sangre en su interior, asi que ya! Tranquila, en serio no le pasara nada.
Recostaron a la joven, aun desmayada, en la cama de sus padres y esperaron que despertase por si sola. No querían alterarla mas de lo que ya estaba, y a demás después debía de enterarse de las malas noticias que Takano había averiguado esa tarde en su ausencia.
Mio por fin abrió sus ojos, y bajo las escaleras directo a la sala para ver como estaban los demás. Casi ni recordaba lo que había pasado, ni la razón por la que habían viajado hasta esta ciudad.
Entre murmuras, oyó decir a Izu muy afligida y asustada – No puedo creerlo… – Pero no sabia de que se trataba, y mucho menos lo relaciono con sus padres, solo pensaba en ese extraño ataque de hace unos momentos por un desconocido.
– ¿De que hablas Izu? – Preocupada, pregunto Mio frente a los sillones de la sala. Izumi agacho la mirada, no era capaz de darle tal noticia a su amiga.
Pero Takano no tenia problemas de hacerlo, solo que quería ser delicado en un tema tan importante como este, que tal vez provoque fuertes emociones en Mio y sus decisiones.
– Por favor siéntate Mio – Estirando su brazo hacia ella, el cual respondió y tomo asiento – Tal vez esto que estés por escuchar no se para nada de tu agrado, pero temo que debes saberlo y es muy importante.
– No entiendo nada – Comenzó a preocuparse, algo amargo recorría su garganta.
– Necesitas saber que tus padres sufrieron un accidente de transito…
– ¿Qué? ¿Cómo se encuentra? ¿Están bien? – Miro a Izu, estaba exaltada y aterrada. Izumi hizo un gesto de tristeza y amargura, lo cual no la alentaba para nada. Luego miro a Takano, y sus lágrimas estallaron mojando sus mejillas.
– Lo siento Mio – Se sentó a su lado y la abrazo – Envistieron contra un camión, y murieron. – Mio se quebró y abrazo muy fuerte al vampiro, casi sin dejarlo respirar y mojonándolo con su intenso e imparable llanto.
Mio ya no quería oír mas del asunto y luego de varias horas de llanto, quedo completamente dormida. Takano la subió en brazos a la alcoba y recostó en la cama. Luego la tapo y acomodo su cabello para que este no tapara su rostro, la miro fijamente sin poder sacarle la mirada a tan bello y angelical rostro. Suspiro muy profundo, ya que estaba preocupado por ella y su terrible perdida, era muy raro de Takano ya que era una persona seria y especialista en ocultar tales sentimientos, pero había algo en ella que se lo impedía. Algo que le decía que él debía protegerla…
Pronto bajo a la sala, donde Izumi aun se encontraba recostada en el sofá muy preocupada y perdida en sus pensamientos. Takano rompió ese ambiente…
– ¿Quieres comer algo? – Izumi lo negó con la cabeza – De acuerdo, saldré un momento.
– Crees… ¿Crees que esto se trata de un simple accidente o las personas que están tras de ella han hecho esto?
Takano suspiro – La verdad no lo se, pero a estas alturas todo es posible. A demás el accidente fue extraño, como si el auto hubiese sido empujado de lado al frente del camión…
– Entonces fueron esas personas, las que el vampiro dijo que tenía órdenes…
– Probablemente, hablaremos de esto cuando regresemos a la Academia. Pero por hoy es suficiente, Mio debe descansar asi que partiremos mañana. – Se fue sin más que decir. Izumi siguió pensando hasta quedarse dormida.
Al día siguiente, los rayos de sol que travesaban la ventana de la sala, despertaron con delicadeza a Izumi, que la bostezar abrió sus ojos y vio a Takano dormido sentado sobre unos de los sillones frente al de ella. Mio aun no había despertado, y Takano no daba señal de querer hacerlo.
Llegando al medio día, los demás ya habían despertados y estaban preparados para regresar. Mio estaba desanimada y aun se podía notar la tristeza en sus ojos. Nadie quiso decir nada que pudiera incomodarla, asi que trataron de ser delicados hasta regresar a la cuidad.
Llegaron al atardecer, el pueblo estaba mas agitado a esa hora del día. Una leve brisa pegaba en sus rostro, pero no provocaba expresión alguna en Mio.
Takano las acompaño hasta su hogar, donde Mio corrió a los brazos de su abuela la cual no sabia la terrible noticia y tras contarles, ambas se consolaron en llanto, mientras Izumi observaba.
El vampiro abandono la escena y regreso a la Academia para reportar los sucedido en su viaja, ahora sabían que alguien andaba tras la virgen pero sin saber aun los motivos lo cual lo hacia sentir algo culpable por no haber interrogado al vampiro antes de arrebatarle la vida, aunque parte de el sabia que no soltaría ni una palabra, mucho menos si era un subordinado con ordenes.
Después de un largo viaje, Mio tomo un baño antes de irse a dormir, ya que al día siguiente debía volver a clases aunque su abuela le había dicho que podía faltar por la terrible noticia, pero esta se negó. Debía mantener su mente ocupada en los deberes y actividades escolares, para evitar pensar en el hecho de que ya no vería a sus padres.
Antes de que entrara al baño, Izumi le comento de la sangre en sus sistema, para evitar que esta decidiera hacer algo imprudente y se arrepintiera por el resto de su eterna vida… Si eso pasaba. Mio la tranquilizo y le comento que nunca se le cruzaría eso por la cabeza y dejar sola a su abuela. Más tranquila al oír esas palabras, se fue a recostar por que el cansancio del viaje le había ganado y después de haber cenado tanto, estaba más que lista para irse a dormir.
Durante su relajante baño, se tomo un tiempo para pensar, pero no en lo sucedido a sus padres, si no en los momento y recuerdos mas hermosos que tenia junto a ellos y que guardaría hasta el final de sus días… Entre pensamientos, recordó como Takano la había tratado con delicadeza, y ella se sentía culpable por haberlo tratado como un demonio y no solo a el… También le debía una disculpa a Haru, quien era el que mas estaba sufriendo esta distancia en estos momentos, sin poder despegar la imagen de Mio de sus pensamientos.
Esa noche asumió su responsabilidad, prometió a si misma nunca huir y darle frente a sus responsabilidades. Ya no seria débil, quería crecer, ser mas fuerte y lograr ayudar a quienes la necesitaban… Empezando por quienes había lastimado sin sentido. 

miércoles, 20 de junio de 2012

Sacrificio para la Perfección - Capitulo IV

Capitulo IV: La mañana llega y los recuerdos aparecen. 

Ya había pasado una semana desde lo sucedido en la iglesia. Después de descubrir la verdadera identidad de la virgen, muchos quedaron preocupados y con miles de dudas, menos la misma virgen que no lograba recordar lo que esa noche le había pasado. 
Mio asistía a clases como si nada, había olvidado completamente todo, pero había momentos en el día en que tenia pedazos de recuerdos desordenados que se le venían a los pensamientos. Sin contar, que la mirada preocupada de Hisako hacia que Mio sospechara que algo había olvidado, pero al no saber que preguntar, no se atrevía a interrogar a sus amigos, después de todo no podía ser algo tan malo mas que un simple desmayo.
Haru hablo con ella, pero solo le conto que ellos se habían reunido esa noche, como para ver si ella recordaba algo de lo demás, pero Mio solo pudo recordar su caminata y rencuentro esa noche lo que la puso muy feliz. Es decir, después de todo se había reunido con el chico que le gustaba en la noche mas deseada. 
Todos estaba mas que preocupados por Mio, pero no sabían de que forma explicarle toda la verdad, era algo difícil. Pero la que más estaba interesada en todo esto era Izumi, ella no se conformaba con la explicación que los demás le dieron. Asi que no se quedo de patas cruzadas y se dirigió directo a la escuela para hablar con alguien que supiera, y el único que pensaba que sabría algo del tema era nada menos que Takano. Muy decidida, sin que Mio la viera, se escapo y escabullo en la escuela con la esperanza de encontrarse con el nuevamente para poder hablar claro y obtener toda la verdad. 
Obviando a los estudiantes, se metió por una de las grandes ventanas mas grandes de la dirección, bajo sobre el escritorio de madera y luego al suelo alfombrado de la habitación. Paso frente a una gran biblioteca llena de libros bastante antiguos y por fin llego a la puerta, donde al sentir, pasos, se volvió y escondió bajo el escritorio. 
Abriendo la puerta, entro nada menos que Takano junto a la directora hablando sobre la virgen. Izumi no entendía muy bien, hasta sentir nombrara la navidad y un extraño templo, lo que hizo hacerla pensar todo tipo de cosas pero no entendía del todo aun.
Después de recoger unos papeles, ambos se dispusieron a abandonar la habitación, pero Takano se freno - ¿Qué sucede? – Intrigada por esa repentina decisión de quedarse, le pregunto la directora.
Él le sonrió – Debo buscar algo, si no te importa en unos minutos te alcanzo – La directora asintió y siguió su camino, la muecas de Takano le dieron a entender que quería revisar el lugar. 
Se acercó al escritorio, pero al agacharse no encontró nada y detrás de él, salto Izumi - ¿Me buscabas? – sin dejar de sonreír, Takano le respondió - ¿Perdón? La que me esta buscando algo o alguien eres tu. 
Izumi, seria se acercó a él parándose sobre el escritorio para estar mas a su altura – Esto me lo hace mas corto a todo ¿Dime que paso en Navidad?
Takano comenzó a reír - ¿Qué te hace pensar que yo se algo o estaba ahí? – Izumi le clavo la mirada y afilo sus garras – Esta bien, tarde o temprano muchos deberán enterarse de la verdad?
Izumi - ¿a que te refieres con eso?
Takano le explico todo, sin pausas ni vueltas – Por eso debes de explicarle todo a Mio, mi hermano piensa que no debemos hacerlo pero ella tiene derecho a saber la verdad.
Izumi – Hermano?
Takano asintió – Haru, somos hermanos!
Izumi lo miro seria y comenzó a pensar por unos minutos – Tienes razón, yo me encargare de Mio – Salto de la mesada y salió por la ventana, pero antes volteo y volvió su mirada Takano apenas girando su cara – Gra… Gracias.
Más tarde ese día, Mio se encontraba volviendo a su casa. Salió un poco tarde asi que las calles estaban algo tenebrosas, el sol se estaba ocultando y Mio sentía una fuerte necesidad de llegar a casa rápidamente.
Al mirar el sol, suspiro y sintió como si tenia que recordar algo. Fragmentos de esa noche volvieron a sus recuerdos, eso la asusto y comenzó a correr. Pero los fragmentos no dejaban de atormentarla, y un fuerte dolor de cabeza crecía haciéndola llorar. 
Al entrar a su casa, su abuela se susto al verle ese rostro de espanto - ¿Estas bien cariño?
Mio miro a su alrededor logrando calmarse, pero su respiración se oía agitada – Yo… Yo… Estoy bien, solo… Solo estoy algo cansada…
Su abuela la abrazo e intento calmarla, luego subió a su habitación y se encontró con Izumi, quien no tardo en darse cuenta de como se sentía Mio - ¿Paso algo?
Mio – No, son solo tonterías que se me vienen a la mente. No es nada – Le sonrió.
Izumi - ¿Un templo, algo sobre navidad? – Sorprendiendo a Mio con eso.
Mio - ¿Qué sabes de eso? ¿Co… Como, sabes que eso pensé?
Izumi – Lo se todo… 
Mientras tanto, en la academia, Takano se encontró con Haru después de su clase de piano. Se acercó a el para hablarle, aunque Haru intentara obviarlo – No se porque te molestas en practicar o fingir que lo haces, ya todos sabemos que eres un pianista experto – Sonriendo.
Haru – Ya ¿Qué quieres?
Takano – Debemos hablar sobre Mio.
Haru – Lo se, lo se… Sobre mis sentimientos y eso – Suspiro – Prometo ser discreto y… - Takano lo interrumpió – No me refiero a eso – Haru no comprendió – Le conté la verdad a alguien muy cercano a ella, asi que dentro de poco sabrá todo.
Haru - ¿Qué hiciste que? Debemos explicárselo bien, si no va a confundiré y…
Takano – Tranquilízate, dejemos que se entere y cuando este lista, responderemos todas sus preguntas.- Sonrió.
Después de que Izumi le explico lo mejor que pudo a Mio, esta logro recordar mejor lo que había pasado, pero todo le era tan extraño. Aun tenía miles de preguntas ¿Qué era Haru y los demás? ¿Qué querían con ella, y porque la llamaron la virgen? Esas dudas solo podrían resolverse preguntándoles a las personas adecuadas.
Izumi - ¿Hablaras con ellos, verdad?
Mio estaba desanimada, sentía que todos le habían mentido – Supongo que si, quiero saber exactamente de que se trata todo, pero… Duele… - Izumi se dio cuenta que su rostro estaba algo desanimado – Duele haber sido engañada por las personas que creí cercanas a mi.
Izumi – Tal vez tienen sus razones, deberías oír lo que tienen para decirte primero.
Mio – Pues espero que tengan mucho que decir – Se levanto y preparo sus cosas para tomar un baño, sus día había sido bastante raro y pensaba que lo raro iba a continuar por mucho mas. 

Al día siguiente, Mio llego temprano a la academia, pero casi no lo noto ya que aun estaba pensando miles de cosas sin darse cuenta que aun no había casi ningún alumno por los corredores. 
Entro a su salón, donde sobre su banco, encontró una carta anónima. 

Esta decía que debía ir a la dirección, que un grupo de personas quería hablar con ella, necesitaban que fuera discreta y asistiera sin compañía. 
Mio pensó que eso era muy extraño, pero después de todo lo que oyó de Izumi no podía sorprenderse mas. Decidida, salió de su salón y se dirigió a la dirección, pensando que ahí estarían todos esperándola, incluso Hisako y Hiroshi aunque el que más deseaba ver era a Haru y recibir una explicación de su parte. Algo la molestaba, no sabia si quería saber toda la verdad. 
A pocos pasos de llegar, se encontró con un joven de piel morena y ojos tan verdes que le resaltaban demasiado. Era bastante lindo, alto y musculoso, aunque solo pareciera tener unos 17 o 18 años contando que llevaba puesto el uniforme de la academia. 
El joven se freno frente a ella, y con amabilidad se presento – Supongo que eres Mio – Ella asintió – En ese caso, mi nombre es Shota y a partir de este momento yo seré quien te escolte - Sonriendo.
Mio pensó que esto era lo único bueno en su mañana, sacándole una sonrisa – Es un gusto, aunque espero que esto se aclare un poco mas… Es decir, es raro, todo esto – Hablaban mientras caminaban juntos a su destino.
A Shota le pareció bastante amable, y le agrado rápidamente. Pero detrás de unos de los pilares, estaba Tomoyo, una joven mujer loba que estaba enamorada de él, aunque ellos aun no salían ni nada por el momento ya que ella no se atrevió aun a confesarle lo que sentía, y al verlo con la llamada “virgen” la ponía algo celosa y molesta, no entendía porque su amado Shota debía encargarse de la seguridad de esa niñita.
Shota le abrió la puerta para que Mio entrara – Después de ti, Mio.- Esta le agradeció, y al entrar puedo reconocer bastantes caras como la de su directora, Haru y sus amigos, también reconoció a Takano, el joven que se encontraba hablando con Izumi aquella vez. Pero había mas personas en la sala, un hombre bastante parecido a Shota que al parecer era su tío. Otras dos personas mas, que no parecían ser nada mas que simples humanos que miraban sonriendo a Mio. Del otro lado de la sala, se encontraba un hombre muy bien vestido pero muy serio y no tan feliz de verla, junto a él se encontraba un par de mellizas que aparentaban tener la misma edad que ella. Ambas estaban serias como su padre, sus nombres eran Hotaru, la rubia de ojos rosados que parecía tener una actitud bastante complicada y seria. Haruhi era la de pelo castaño y ojos color miel, no parecía tan seria como su hermana pero en sus ojos se notaba lago de nostalgia. 
Mio no lo sabia, pero ellas harían de su vida un tanto interesante de ahora en adelante. 
Sin decir, que apenas Mio puso un pie en la habitación, ambas clavaron sus ojos en ella y la siguieron el resto de su caminata. Shota las miro serio y con un gesto de orden, ambas dejaron de hacerlo por consentimiento de su padre.
La directora calmo a todos y les dijo que hoy le explicarían toda la verdad a Mio, asi que no quería ser interrumpida durante su explicación. 
Fue algo delicada al contarle toda la verdad, aunque Mio lo tomo muy bien. También le explico que era que hacia cada persona en esa sala, por eso sus amigos no podían decirle nada al respecto, no quería involucrarla en algo innecesario hasta descubrir que ella se convirtió en la razón. 
Mio - ¿Quiere decir que yo soy responsable de curarlos de… de que debo curarlos?
Hotaru, con voz imponente – No entendiste nada – Su padre la callo y esta obedeció.
Takano – Cuando el momento llegue lo sabrás, pero no es eso, es como detenernos y evitar que ocasionemos daños a las demás personas pero no solo aquí si no en todo el mundo.
Mio – Eso entendí ¿Pero que hare en ese momento?
Haru, algo tímido y sin mirarla a los ojos – Es… Como decirlo, las estrellas tomaran ese poder de tu alma tu solo debes estar lista. Nosotros te ayudaremos y daremos la protección necesaria para eso.
Mio - ¿Por qué deben protegerme?
Haru – No debe pasarte nada hasta que el momento llegue…
Takano – A demás… - Miro a Haru – Tu sangre es muy valiosa, pero solo lo será hasta esa noche. Debemos impedir que alguien quiera usarla para mal, asi que debemos protegerte siempre.
Mio comenzó a reír de los nervios, algo la estaba molestando y no la convencía del todo – Ósea que mi vida corre peligro… Esto no me gusta para nada – Miro a Hisako que también estaba tan asustada como ella.
Hiroshi – No debes de preocuparte por eso, estamos aquí para protegerte y enseñarte.
Mio ya estaba enojada – Si claro, de seguro me enseñan bastante bien – Comenzó a levantara la vos – Ya que todos son unos vampiros chupa sangre de 17 años, oh no! Espera, de 4oo años que de seguro tuvieron bastante tiempo para saber todo lo que saben.
Hisako – Mio no… 
Mio se alteró – No nada, saben que? Me canse de esta estupidez – Salió de la sala, pero Haru la tomo del brazo en el pasillo – DÉJAME, tu eres el peor mentiroso, llevándome engañada a ese tenebroso templo – Se soltó y se fue sin oírlo.
Haru – Mio, yo no… 
Takano apareció tras el – Déjala, después de todo lo de ustedes no va a resultar – Riendo.
Haru volteo - ¿Esto te parece gracioso? Estas loco hermano.
Takano – No, no lo estoy! Tu mismo lo dijiste hermanito, mantener los sentimientos fuera de esto, pero por tu culpa un lobo tonto ocupara nuestro lugar – Se molesto.
Haru – Shota no es un lobo tonto.
Takano – Pero es mucho mas débil que un vampiro, el no podrá ofrecerle la misma protección que nosotros.
Haru – Un hombre lobo puede matarte con una simple mordida, por si no lo recuerdas!
Takano – No me hagas reír, eso solo pasa en luna llena, el resto de los días son casi tan inservibles como un simple humano.
Haru – Ya basta – Lo tomo del cuello.
Haruhi salió de la habitación e intento frenarlos – Ya basta, no peleen por eso! – Detrás de ella salió Shota, quien fue a buscar a Mio para calmarla.
Takano miro a Haruhi - ¿Y tú que? – Se fue molesto.
Hotaru, que desde lejos disfrutaba del espectáculo, comenzó a aplaudir y tras ella salían Hisako y Hiroshi – Que divertido, la razón de nuestra unión va a separarnos a todos y convertir esto en un completo desastre – Riendo.
Hiroshi – Esto no es para nada divertido, Hotaru.
Hotaru – La verdad no, me aburre. Llámenme si pasa algo mas interesante.
Hisako - ¿Cómo que? – Seria.
Hotaru volvió la mirada y sonrió con sarcasmo – No lo se, tal vez si decide suicidarse antes o escapa algún lugar la muy cobarde – Sin mas que decir, abandono el lugar, y su hermana la siguió por detrás.
Hisako – LAS ODIO! Todo porque su padre… OIIGG!
Hiroshi la tomo del hombro – Tranquila, esas cosas no deben importarnos. Solo debemos preocuparnos por Mio y aclarar las cosas con ella.
Hisako – Es verdad, aun estoy algo triste y me siento mal por no ser sincera con ella desde un principio. Ella confiaba en nosotros, Hiroshi.
Hiroshi – Lo se, por eso debemos hablar con ella.

Mio había llegado corriendo hasta la estación, 

se sentó en uno de los bancos de madera a pensar. Realmente no sabía que hacia ahí, es decir, no planeaba marcharse ni nada del estilo, ella vivía con su abuela ahora y debía finalizar sus estudios sin que nada la afectara. Solo estaba ella y sus más profundos pensamientos, acompañada de una pequeña y ligera brisa.
Pero ese momento silencioso, fue interrumpido por Shota, que la alcanzo corriendo desde que salió de la Academia molesta.
– Ohh! Asi que alguien me siguió después de todo – Ya estaba mas calmada, asi que soltó un breve suspiro e intento sonreír – Gracias.
Shota sonrió – Es mi deber, mantenerte segura y detenerte para que no cometas tonterías – Riendo – Es un chiste, desde ahora seré… Mmm, bueno. Algo asi como tu guardián ¿No es gracioso?
Mio soltó una risa amigable – Algo, al menos lograste hacerme sonreír después de esta horrible mañana – Volvió a suspirar - ¿Qué se supone que debo hacer desde ahora? ¿Qué es lo que “una virgen” debe hacer? – Miro hacia el suelo y comenzó a reír – Eso de virgen es muy gracioso, ya que yo soy… - Se sonrojo – Bueno, ya sabes… Jeje!
Shota sonrió – Lo entiendo – Y se sentó a su lado – No debes de hacer nada, solo volver a tus estudios y vida normal. Nosotros nos encargaremos de todo, tu estarás a salvo hasta el día en que las estrellas lo dictan y luego serás nuevamente una joven libre – Le sonrió.
– Cuando lo dices de ese modo suena bastante simple – Sonriendo – Pero… Pero no se si pueda confiar en mis amigos – Suspiro la joven.
– Te diré algo, los hombres lobos y los vampiros no son buenos amigos – Riendo – Pero créeme que ellos si son buenos chicos, Haru en especial.
La imagen de Haru sonriendo se le vino a la mente – Haru…- Suspiro Mio – No sé que siento respecto al el, antes me gustaba pero él es un vampiro. Como una criatura que se alimenta de sangre humana puede ser una buena persona – Lo dijo con la mirada perdida en el cielo.
– Él no se alimenta de personas – Sonrió – Se que se alimenta de algunos animales, pero no los mata, los mantiene como fuente de sangre. Esa idea no me agrada del todo, ya que yo soy mitad lobo pero es mejor que poner en riesgo vidas humanas, dicen que cuando prueban esa sangre es tan deliciosa que no pueden parar.
Mio se asombro – Asi que Haru no lastima a nadie para alimentarse? ¿Qué hay de Hiroshi y Hisako?
– Ellos siguen, como ellos le llaman, la misma “dieta” – Riendo – El único que se alimenta de sangre humana aun, es Takano, el hermano de Haru perolas roba del banco de sangre, no ataca a las personas. De los que yo si dudo, es de Shunsuke y su familia, de seguro ellos aun se alimenta de vías humanas – Suspiro – Pero tenerlos de nuestra parte es un gran logro, ya que esa familia tiene una mala reputación desde la antigüedad. Incluso sé que se revelaron ante los primeros vampiros. 
- ¿Primeros vampiro?
– Claro, todo comenzó con uno original como todo – Sonrió – Los hombres lobos somos diferentes, es un don que la madre tierra le dio a nuestros ancestros para mantener el orden y equilibro al mundo. A diferencia de los vampiros, que fueron creados por un grupo de brujas que estaban bajo el mando del vampiro original.
– No entiendo!
– Veras, hace muchísimos años un persona tan codiciosa que no aceptaba el hecho de morir le vendió su alma al diablo y por medio de un grupo de brujas que mantenía bajo su mando, se transformo en un chupa vidas, que le otorgaba la vida eterna y asi por los siglos, esa maldición se fue pasando a distintas personas.
– Es como una novela de vampiros – sonrió – Que raro es todo esto!
– Si en verdad quieres saber mas sobre los vampiros, deberías de preguntarle a tus amigos, ellos sabrán responderte mejor sobre todo – Sonriendo – Se que Hisako viene de una de las familias mas antiguas de vampiros, no tanto como la de Haru, por supuesto.
Mio tomo aire profundamente y luego suspiro – Gracias, gracias por ser honesto conmigo. Pareces una buena persona, espero que podamos ser grandes amigos y no solo… Ya sabes, guardián y la boba que debes cuidar – Riendo.
– Me parece bien – Le sonrió – Vamos, debemos regresar antes de que empiece la primer clase. No quiero una falta mas, ya me he escapado varias veces con unos amigos – Riendo.
– Woow, mira nada más, un lobo rebelde – Riendo también.
Al regresar en la Academia, Haru los estaba esperando preocupado por Mio, aunque esta no hizo mas que ignorarlo.
Haru intento hablarle – Mio, yo…
– No, por ahora… Solo… Quiero estar sola – Continuo caminando desanimada.
Shota agrego – No te preocupes – Le dijo a Haru – Solo dale tiempo a que asimile todo, créeme, tu eres muy importante para ella y solo charlamos unos minutos que bastaron para darme cuenta de que lo que siente por ti es muy fuerte – Sonriendo – Pero que los demás miembros del consejo no se enteren, no creo que eso sea bueno.
Haru lo miro – Gracias Shota, eres un gran chico y sé que cuidaras bien de ella – Sonriendo, puso su mano derecha sobre el hombro de Shota.
Después de su charla con su nuevo amigo, Mio se sentía algo mas animada pero las dudas aun persistían en sus pensamiento. Quería saber más de ellos, de que se trataba todo esto y lo que más le intrigaba ¿Qué clase de personas eran sus amigos y Haru? En ese momento recordó el estante viejo de la biblioteca, donde se encontró con Haru hace tiempo por su trabajo, allí había visto libros bastantes antiguos que podrían servirle para informarse. Sin pensarlo, su próximo destino era buscar sobre vampiros.
Paso el resto del día en la biblioteca buscando información, estaba tan concentrada que no le importo salarse sus clases, pero esto preocupaba a sus amigos que no la vieron en todo el día.
Finalmente había encontrado dos libros viejos sobre la antigüedad que hablaba sobre hombres lobos y principalmente de vampiro, allí esperaba responder varias de sus incógnitas. En el otro, encontró algo parecido sobre lo que posiblemente era ella, la virgen pura. Pero la campana del almuerzo la interrumpió, dándose cuenta que había estado medio día metida ahí, sin ir a clases o a los recesos intermedios.
Tomo los libros y los pidió prestados, luego se dirigió a su salón para guardarlos en su bolso y comer algo antes de la próxima clase, ya no faltaría a las que les restaba, aprovechando para leer tranquila en su casa acompañada de Izumi, la única amiga en quien sentía que podía confiar ahora.
En el camino choco con Hiroshi, a quien ignoro y siguió su camino sin importarle ni pedirle disculpas. Él se sintió muy dolido y culpable, quería poder hablar con ella y explicarle bien las cosas aunque sentía que aun no era el momento.
Mientras Mio entraba al salón vacío, el reflejo del atardecer le dio en sus ojos cegándola un poco, lo que le hizo pensar ¿Los vampiros pueden andar bajo el sol? Y las dudas seguían acumulándose, esperando responderse muy pronto. 
Tomo su almuerzo y se dirigió al comedor sin buscar compañía, solo ella y sus pensamientos mas profundos, se sentó en una mesa junto a la ultima ventana del inmenso salón con la mirada perdida y sin reacción alguna. En ese momento apareció Tomoyo, la joven loba, con su bandeja entre manos y se sentó frente a ella. Seri y con vos imponente le pregunto - ¿Por qué eres tan cobarde? – Comenzó a comer sin mirar a Mio.
Esta estaba sorprendida - ¿Perdón? ¿Me hablaste? – No sabía quien era y que quería con ella, aunque ya nada la sorprendía lo suficiente últimamente.
– Eres Mio ¿Verdad? – La miro con seriedad y apenas sonrió – Soy Tomoyo, amiga de Shota y lo ayudare a cuidarte.
– ¿Cuidarme? No hace falta que hagan algo que no quieran, no soy una niña.
Soltó una risa – Que boba, tan amable… No es lo que tu quieras es lo que nos ordenan y debemos cumplir, acéptalo como quieras – Tomo su bandeja preparándose para irse.
Pero Mio la detuvo – Espera – Estaba apenada – Perdón por tratarte de ese modo, es que estoy algo confundida y no entiendo nada. Yo… No sé que sentir al respeto.
– Eres patética, débil – Shota apareció tras ella.
– TOMOYO – La miro serio – Ya déjala en paz y no necesito de tu ayuda.
Esas palabras la enfurecieron – Me lo ordeno la directora, seré tu compañera quieras o no – Miro seria a Mio y se fue sin mas que decir.
– Perdónala – Se disculpo Shota con Mio – Nos conocemos desde niños por eso tanta confianza entre nosotros y la conozco mejor que nadie, es común tener ese carácter.
– No pasa nada, en realidad ella tiene razón. Soy tan débil, tan cobarde… - Suspiro.
– Vamos, no habíamos levantado tu animo hace unas horas – Sonriendo – Yo no creo que seas asi, solo estas algo confundida, todo esto es nuevo para ti.
– En verdad gracias, creo que eres el único en quien puedo confiar en este momento.
– Ya veras que los motivos de tus amigos no fueron por hacerte mal, tal vez te protegían de algo que no era para ti hasta verte involucrada en esto… Bueno, bastante involucrada – Riendo.
Mio sonrió finalmente – Tienes razón, tratare de informarme mas al respecto y luego hablare con ellos.
El día había terminado sin que Mio hablara con sus amigos, lo que los puso muy tristes, principalmente a Haru.
De regreso a casa, Mio iba pensando que descubriría en esos libro y que tanto de eso seria cierto. Izumi la esperaba para comprender las cosas juntas, ya sabía el día duro que su amiga había tenido que pasar y quería levantarle el ánimo.
Cuando Izumi vio entrar a su amiga salto a la cama - ¿Cómo estas Mio? – Sonriendo.
– Mejor – Por fin sonrió – Aquí están – Le mostro los libros con una sonrisa – Me tomo mucho tiempo encontrarlos – Soltó una risa leve.
– Me gusta verte sonreír, quiere decir que tu ánimo esta mejorando – Sentándose en su regazo.
Pasaron el resto de la noche leyendo juntas e investigando mas en internet, solo descansaron para la hora de la cena donde su abuela la hizo reír bastante. Finalmente ya animada del todo, continúo con Izu su investigación, encontrando solo datos mitológicos y bastantes conocidos. No era mucho pero de algo le servía saber que era un vampiro, como se alimentaba y su relación con el sol.
Según esos libros, era un ser que a cambio de la vida eterna, belleza y habilidades de control mental, entregó su alma pero con un pequeño castico o precio aparte, debería chupar sangre para mantener su energía o solo seria un cadáver viviente que nunca moriría. Viviría en huesos y decrepito como un cadáver, pero nunca moriría. 
Algunos vampiros eran dotados de dones especiales, como leer la mente y poder transformarse en ciertos animales como gatos, cuervos o murciélagos. A estos se los conoce como vampiros de linaje, ya que nacieron de dos vampiros, a diferencia de los que son convertidos, que solo manejan el control mental en humanos. Los de linaje, el que tenga mas edad puede utilizar el control mental con vampiros no solo con humanos y su fuerza es más superior.
El sol no los mataba pero si los debilitaba y a los recién convertidos les provocaba una especie de ampollas durante las primeras semanas hasta que su cuerpo se adaptara.
Los crucifijos o el agua vendita no le afectaban en lo mínimo, pero si una extraña flor que se desconoce de su existencia la cual les provocaba una inmensa debilidad y los privaba de su control mental. Una extraña flor que crese entre dientes de ajo, era cosechada en la antigüedad por los granjeros para proteger a su ganado y familias de ataques animales que ellos desconocían pero encontraban siempre los cadáveres sin sangre con marcas en su cuello. 
Después de haber leído e informado más acerca del tema, Mio decidió que ya era hora de enfrentar a sus amigos pero sentía que aun no estaba lista para hablar con Haru. Ni ella misma entendía el motivo de porque estaba tan enojada y molesta con el, por eso quería estar mas calmada al momento de hablarle decidiendo que por ahora ese momento no había llegado aun.
A primera hora de la mañana, se encontró con el salón vacío y tras de ella entraba Hisako con su cara de amargura y destrozada por sentir que le había fallado a su amiga. Mio decidió saludarla primero lo que la dejo sorprendida y sin palabras a la joven vampiro.
Mio la miro fijo y fue directa – Quiero saber todo, y quiero que me lo espliques si es que realmente nuestra amistad es verdadera – Las lagrimas en los ojos de ambas comenzaron a notarse.
– Mio, yo…
– No quiero discursos… - Una lagrima mojo su mejilla – Por favor, solo dímelo…
Hisako no pudo soportar sus impulsos y abrazo a su amiga. Juntas lloraron como dos niñas, pero con un sentimiento fuerte de amistad, ambas sabían que ya no habría más secretos.
Después de ese emotivo momento se miraron y rieron como señal de perdón, luego Hisako le contesto todas las preguntas que estaban a su alcance. Le conto de su familia, de su linaje de vampiros y el rango, ya que si eres hijo de vampiros tu sangre es pura pero solo crecerás hasta los 18 años de edad donde tu vida corporal se estancaría, llamados “vampiros reales”. Aunque quedaban muy pocos de ellos, otra familia conocida era la de Haru. Luego estaban los vampiros convertidos por otro, como Hiroshi, el cual tendría la edad en que fue transformado y se llaman “vampiros bajos”, estos no pueden tener hijos ni aunque se relacione con vampiros reales.
Después se clasificaban según su alimentación, vampiros activos como Takano, quienes se alimentan de sangre humana directamente de su victima; después los vampiros vegetarianos, que se alimentan de sangre animal o roban del banco de sangre como Haru; y por ultimo, los vampiros inactivos, que toman un liquido parecido a la sangre creado por las brujas, pero como no es suficiente deben comer mucha comida humana y ser vampiros bajos, si fuera uno real se debilitaría muy rápido y no podría salir a la luz del sol por las fuertes quemaduras que le provocaría al estar mal alimentado. 
Mio se sorprendía cada vez mas con lo que descubría, pero aun le faltaba saber mas sobre ella. Hisako le explico que ella mucho no sabia del tema, que ella solo servía sus superiores y no tenia idea que Mio era la virgen por eso en el momento que se entero sus lagrimas no aguantaron y la tristeza la invadió por completo. Pero aun asi, como pudo, le explico algo sobre el tema aunque agrego que debía hablar con la directora y ella se encargaría de sacar todas sus dudas.
El enojo se fue y las mentiras desaparecieron, la amistad entre ambas volvió y de repente Hiroshi llamo a la puerta. Cuando Mio lo vio le pidió disculpas y lo abrazo.
– Quien debe disculparse no eres tu, Mio – Abrazándola también – Nosotros debimos confiar en ti aunque no fueses la virgen. Eres nuestra amiga y debías saberlo, saber que somos.
Mio le sonrió – A veces hay cosas que son difícil de decir y llevan tiempo. No te preocupes – Provocando que el sonriera.
– Ahora sabes lo que somos, por eso no quería que te relacionaras con… - Hisako le pega un codazo y el la mira serio, pero decide que es mejor callar esas palabras – De todos modos lo has tomado bien – Sonrió.
– No es que me vayan a chupar la sangre, verdad? – Comenzó a reír.
– Mmm, no se. Tengo algo de hambre – Dijo Hisako haciendo que Mio se estremeciera – Es un chiste – Riendo – Soy un vampiro vegetariano.
– Otra vez con esos títulos ridículos… Pff – Serio agrego Hiroshi.
– ¿Tu que eres? – Pregunto Mio.
Sorprendido – Ahh… No le hagas caso, son cosas ridículas – Se sonrojo y aparto la mirada.
Hisako no paraba de reír – El odia a los vampiros y le da vergüenza decir como es – Lo miro – Es como yo, no te preocupes – Sonrió.
– Espero que algún día puedas contarme tu historia, Hiroshi. – Mio lo miro y le sonrió. Él se quedo algo inmóvil pero algo feliz y sonrojado. Parte de su humanidad había regresado y era gracias a Mio.
Hisako interrumpió el lindo momento, acompañada de la campana de clases – Creo que ya debes irte Hiroshi – Empujándolo fuera del salón – Luego debemos llevar a Mio con la directora, debe de sacarse unas cuantas dudas mas – Sonrió.
– Oh, claro. Las veo después – Empujo a Hisako y se fue después de sonreírle a Mio. Las jóvenes volvieron a sus asientos y la clase dio comienzo.
Mas tarde ese día, Hiroshi le informo a la directora de la charla que su amiga deseaba tener, como esta acepto amablemente, él se encargo de comunicárselo a Mio durante el almuerzo. Esta charla seria después de clases, lo cual la ponía ansiosa y curiosa.
Durante los recesos tuvo oportunidades en la que su mirada se cruzo con Haru, pero ella solo lo ignoraba haciéndolo sentir como un demonio mentiroso, pero como el sentía algo muy fuerte por ella la entendía y seguía soportando ese dolor con esperanza de que todo mejorara pronto.

 
La tarde había llegado, y los rayos del sol tiñeron de color anaranjado los pasillos de la escuela casi vacía. Los estudiantes se preparaban para regresar a sus hogares, aunque algunos aun debían permanecer en el edificio por distintos motivos como clases extras o deportes.
Los amigos de Mio tenían practica de piano, asi que estarían esperándola para cuando su charla con la directora terminara.
Mio, segura, contaba con apoyo de sus amigos asi que sus temores y nervios se fueron. Solo curiosidad por lo que le esperaría, camino hacia la dirección.
Atravesó el patio trasero para cortar camino, pero para su destino dos caminos se cruzaron. El joven Haru se encontraba regresando del gimnasio y se topo de frente con ella.
Sin palabras que decir, Mio decidió ignorarlo pero la voz que había dentro de el no aguanto y salió – Espera – Algo apenado y nervioso – Mio, yo…
Sin que terminara de hablar, ella volteo seria – No, no esperare… - Las lagrimas no aguantaban en salir.
– Yo iba a decirte, esa noche. Por eso te lleve conmigo, no tenia idea de que fueses la elegida – Mio no quería escuchar mas y comenzó a caminar, pero el la detuvo y la tomo del brazo – Por favor, no me ignores… Eso me mataría – Las lagrimas en ambos estaban por explotar.
– No puedo…
– Ya te dije que no quería mentirte…
– No es por eso – Soltó su brazo de golpe y las lagrimas comenzaron a salir – Eres… Eres un vampiro, como… Como puedo enamorarme de alguien que nunca va a envejecer? 
– Mio… 
– Lo siento, no soy tan fuerte – Salió corriendo y llorando, dejando un corazón muy herido tras ella.
Haru no aguanto más, las lágrimas mojaron sus mejillas y su corazón estaba por estallar de tristeza. Las cosas estaban complicándose, lo peor era que ambos YA ESTABAN ENAMORADOS… 

~CONTINUARA~