Sacrificio para la Perfección
Todo comenzó con la creación de la Academia
Shindo, para alumnos talentosos y prodigios, por lo menos esto es lo que los
fundadores les comunicaban al publico. Una Academia creada para la mejor
formación de alumnos con capacidades especiales, excelentes, prodigios y excepcionales
en su trabajo. Pero lo que realmente representaba o lo que quería ocultar, tras
el camuflaje, era un gran secreto que solo los mismos fundadores sabían. Se
trataba de los verdaderos alumnos especiales, que su talento no era solo en la
música, arte o deportes, su verdadero talento era ser una criatura no humana,
un ser que el humano ha ignorado por siglos. Era la existencia de vampiros,
hombres lobos y brujas, esta academia usaba a humanos talentosos como un simple
camuflaje de lo que realmente era. No era solo para proteger a estos alumnos,
si no para demostrar que la convivencia entre ellos podía lograrse, uniendo a
jóvenes y asi demostrar que ser un vampiro o un lobo no era peligroso para la
sociedad y que algún día este secreto seria llevado a la luz. Pero por ahora,
fundadores humanos, vampiros y lobos, solo sabían de ello, limitando a que no
todos sus estudiantes lo supieran. Por lo menos los humanos desconocían de
esto, ya que seria un escandalo y nadie querría que sus hijos asistieran a tal academia.
Con muchos años de antigüedad, esta academia
seguía funcionando y aceptando alumnos. Hoy en día, la convivencia era mas
pacifica y tranquila que en sus comienzos cuando la cacería de vampiros era un
mal habito de los aldeanos. Pero actualmente, con los avances tecnológicos y el
internet, un vampiro o un hombre lobo solo se lo veía como una historia de
ficción de libros y cuentos antiguos, ignorando por completo su existencia en
la vida real.
Los fundadores era un grupo del consejo
directivo, compuesta por 5 miembros. La directora Chinatsu Fukushima, una mujer
esbelta y muy bella, elegante y seductora a simple vista, pero no era una
simple humana, si no una de las brujas mas poderosas y antiguas. El resto de
los miembros eran dos humanos, el doctor Kaede y la doctora Minako. Luego
estaba uno de los vampiros más antiguos, el Sr. Shunsuke,
padre de mellizas que asisten a la academia. Es de mal carácter y siempre esta
en contra de las decisiones de los demás miembros, su mayor deseo y secreto es
la creación de una raza pura y única. Y por ultimo, un hombre lobo llamado Kenta,
el mas bueno y comprensible del grupo y que siempre impide que Shunsuke cometa
errores o quiere imponerse ante los demás con malas decisiones y mandatos.
Todos los miembros se encargaban de mantener el orden y
el secreto seguro, para no provocar caos entre los estudiantes, haciendo de la
academia un gran habiente educativo para todos. Logrando que los estudiantes se
relacionen entre si y estableciendo vínculos sin conflictos ni ningún tipo de
discriminación. Recibiendo la mejor educación y formación, creando grandes
individuos logrando que la academia obtenga un gran prestigio por parte de la
sociedad, haciéndose cada vez más famosas por sus enseñanzas y grandes
graduados que salen de ella.
Capitulo I: Un principio inesperado.
Mio Nanami es una estudiante de secundaria
muy talentosa con el violín y el canto, por su hermosa voz. Tiene 16 años y
siempre soñó con entrar en la Academia Shindo, que queda en la ciudad de su
abuela, pero por la distancia sus padres nunca se lo permitieron. Aunque para
su cumpleaños 16, Mio le rogo a sus padres que la dejaran ir, a demás su abuela
la aceptaría como compañera, y vivirían juntas mientras asiste a la Academia. Sus
padres no estaban muy contentos con la idea, pero aceptaron ya que ella ya era
bastante grande y sabría cuidarse. Mio prometió que no los defraudaría y que
cumpliría sus sueños, solo tenia que rendir el examen de ingreso y ya formaría
parte de dicha institución como alumna de 4º año.
Una semana después de su cumpleaños, se fue a
vivir con su abuela, quien la recibió muy feliz y le brindo todo su apoyo. Ya
instalada en su nueva casa, comenzó con sus estudios. Paso casi todo lo que le
restaba de verano estudiando, y practicando con su violín, no quería fallar en
el examen de admisión. Su abuela amaba escucharla tocar, y más cuando
acompañaba esas dulces melodías con su hermoso canto. La ciudad donde vivía
ahora, era algo fría ya que estaba cerca del mar. Las personas del lugar eran
amables pero la mayoría eran personas de mayor edad, lo cual Mio no entendía
porque la Academia tenia tantos alumnos, si en la cuidad no se veía casi ningún
joven. Lo primero que se le ocurrió, es que eran de ciudades cercanas y
viajaban todos los días para asistir a clases. Curiosa, le pregunto a su
abuela, la cual le conto que en épocas de clase se saben llenar los
departamentos con jóvenes que los alquilan, una vez que son aceptados en la
Academia, ya que vienen de otras ciudades. Sin darle más importancia al tema,
Mio siguió con sus estudios muy concentrada y animada, ella iba a lograr su
objetivo.
Pasaron días, y asi semanas enteras, las
cuales Mio aprovecho para sus estudios y pasar mas tiempo con su abuela, la
cual la llevo a todas partes para que conociera mejor la ciudad. Fueron juntas
a la playa, ya que aun era verano y hacia mucho calos como para que se la
pasaran todo el día encerradas. Eso le agradaba mucho a Mio, ya que desde
pequeña, cuando venían a pasar las vacaciones en los de su abuela, ella amaba
el mar, la arena y el sol de ahí. Era su lugar en donde guardaba sus más
valiosos recuerdos, que más podía pedir, aunque si tenía un solo deseo más y
era poder entrara a la Academia de sus sueños.
Ya a una semana del examen, Mio se encontraba
estudiando muy duro en su habitación, cuando su abuela llamo a su puerta. Mio,
sobresaltada por estar tan concentrada en sus libros, callo de su silla. Su
abuela entro y riendo la ayudo a levantarse del suelo.
Abuela – Vamos a tomar algo al jardín y ver
el atardecer – Sonriendo, salió de la habitación – Hice te y galletas, con
chispas de chocolates como a ti te gustan.
Mio estaba muy feliz – Gracias abuelita,
acomodo las cosas y enseguida bajo – Comenzó a cerrar y guardar sus libros en
la repisa. Al terminar, bajo y salió al jardín, donde su abuela ya la estaba
esperando con las cosas preparadas – Perdón si tarde – Se disculpo con una gran
sonrisa.
Abuela – Claro que no, ven siéntate a ver el
hermoso atardecer – Mirando al cielo.
Mio también miro hacia el hermoso cielo de
color anaranjado – Es hermosos – Suspiro – Esta era una de las cosas que amaba
al venir a tu casa en verano, abuelita.
Abuela – Si verdad, hacia ya tiempo que no
venias a casa.
Mio – Es que el estudio me tenia ocupada y
papa ya no organizaba para venir en el verano. Todo por su nuevo trabajo, lo
tiene tan ocupado que ya casi ni escuchaba cuando tocaba el violín.
Abuela – Tocas muy hermoso, te aseguro que él
siempre le ha gustado y le seguirá gustando esas hermosas melodías que compones
– Le sonrió.
Mio – Gracias abuelita – Sonriendo, muy a
gusto por esas palabras que solo las abuelas pueden decir.
Abuela - ¿Y cuando es ese examen?
Mio – Mmm, es en una semana. Pero lo peor es
que son dos, uno a la mañana y otro al mediodía, pero solo quien apruebe el
primer examen podrá hacer el segundo. Por eso estoy mas nerviosa, debo aprobar
si o si el primero.
Abuela – Has trabajado muy duro todo estos
días, de seguro serás la mejor – Sonriendo.
Mio la abrazo, no pudo resistirse a tanto
cariño – Eres la mejor abuelo del mundo ¿Ya te lo había dicho? – Sonriendo.
Abuela – Pues claro – Riendo – Y tú la mejor
nieta, no le digas a tu hermano – Le guiño el ojo y ambas comenzaron a reír sin
parar.
Después de una hermosa tarde, y una deliciosa
merienda, ambas se fueron a descansar. Mio tardo en conciliar el sueño, ya que
sus nervios la mantenían muy pensativa y preocupada, pero parte de ella sentía
que iba a lograrlo. Con esa esperanza y autoestima, logro superar sus nervios y
finalmente poder descansar.
La semana se paso volando, Mio estaba muy
ansiosa y nerviosa, una mescla de sentimientos que hacían que su estomago se
revolviera. Esa mañana se levanto a primera hora, no quería llegar tarde.
Repaso todos sus conocimientos, tomo su bolso y violín, y salió corriendo a la
academia.
Su abuela la saludaba desde la puerta
mientras veía que Mio se alejaba – Te ira muy bien, no te preocupes mi niña –
La saludo con la mano y regreso al interior de la casa a preparar el almuerzo.
Mio no podía dejar de caminar rápido, estaba
apurada y quería llegar sin que nada se lo impidiera, este era su sueño. Pero
en el camino a la academia debía atravesar un parque, todo iba bien hasta que
hoyo el sonido de un gatito llorar, parecía muy triste o como si estuviera
lastimado. Mio no quería detenerse, pero ella amaba los animales y no podía
dejarlo ahí llorando. Como había salido temprano pensó que podría ayudar al
animal y asi llegar a tiempo a su examen. Asi que comenzó a buscarlo por medio
de sus maullidos, pero no lograba hallarlo hasta que un fuerte sonido se sintió
tras unos arbustos.
Escarbando entre las ramas, logro
encontrarlo, un pequeño gatito negro que tenia una de sus patitas delanteras
lastimada. Mio se preocupo mucho – Pobre gatito, perdón, gatita – Sonriendo, le
saco las astillas que lastimaban su garrita, que por lo visto estaba jugando en
el lugar y piso alguna planta llena de espinas – No puedo dejarte aquí – Dijo
Mio muy pensativa, miro su reloj que le indico que aun estaba a tiempo, asi que
tomo a la pequeña gatita y la llevo en sus brazos hasta su casa.
La abuela estaba sorprendida de verla tan
pronto de regreso, cuando noto lo que su nieta llevaba en sus brazos - ¿Qué
paso Mio, esta herida? – Preocupada por el anima, ya que de ella Mio había
sacado el amor hacia los animales.
Mio – Solo tenia lastimada su patita, estaba
llena de espinas ¿Puedes curarla y dejarla en mi cama?
Abuela – Claro – Tomando a la gatita – Tu
debes irte, ya deberías haber llegado.
Mio miro su reloj – Tienes razón – Salió
corriendo, ahora si llegaba algo tarde. Traspirada y algo sudada llego a la
academia, pero lo único que le importaba era que ya había llegado. Entro al
gran y enorme establecimiento y comenzó a buscar el salón que le designaron
para el examen, pero no lo encontraba. Estaba perdida, miraba todos los salones
pero ninguno era el suyo. En ese momento, una hermosa estudiante pasaba por el
pasillo. Mio quedo admirada del hermoso y largo cabello negro que esta llevaba
y mas cuando vio sus ojos, eran casi rojos pero Mio pensó que solo eran marrones
y ella se imaginaba lo rojo, ya que eso no podía ser. Se armó de valor y le
pregunto - Disculpa, estoy perdida ¿Podrías decirme como llegar al salón 3-B? –
Acercándose a la joven estudiante, que a simple vista parecía muy aplicada.
La joven la miro con sus enorme ojos de color
rojo, eran realmente rojos – Claro, es doblando a la derecha por ese pasillo –
Le sonrió.
Mio quedo admirada de esos ojos, es decir,
era la primera vez que veía a alguien asi – Gra… Gracias.
La joven sonrió por la cara que Mio puso - ¿Quieres
que te acompañe? Mi nombre es Tachibana Hisako y soy alumna de cuarto año –
Dándole la mano como saludo.
Mio sonrió finalmente – Un gusto, soy Nanami
Mio y si logro entrar también seré alumna de cuarto año – Riendo.
Hisako – Que bien – Sonrió – Entonces te
deseo la mejor suerte del mundo, asi podremos conocernos mejor – Mientras
caminaban al salón de Mio.
Mio – Gracias –
Hisako – Bueno, este es tu salón. Éxitos
Nanami.
Mio – Muchas gracias – Sonriendo – Ah, puedes
decirme Mio – Entro al salón.
Hisako – Y tu también puedes llamarme por mi
nombre – Se fue despidiéndose con un saludo moviendo su mano derecha y
sonriendo.
Mio tomo asiento y el profesor les entrego
los exámenes, ella estaba totalmente lista y mas que eso. Cuando el profesor
dio la orden, todos comenzaron a realizar el examen. Mientras lo hacia, Mio
pensaba que no era tan difícil y que tantas horas de estudio había valido la
pena. Al finalizar la hora del examen, todos entregaron y el profesor les
indico que podían recorrer la escuela en lo que tardaban de entregarle los
resultados. Mio pensó que pasaría horas recorriendo esa enorme escuela, asi que
decidió salir a la entrada y tomar asiento en uno de los bancos que daba al
gran jardín que esta tenia, y ahí esperara los resultados sin perderse ni nada.
Cuando salió afuera, pudo ver que estaba
repleto de personas, alumnos e ingresantes. Era un mundo de gente por todas
partes, y en lo único que ella podía pensar en ese momento, era en esa pequeña
gatita que había encontrado. Estaba muy preocupada y ya quería volver a casa
para ver como se encontraba.
En ese momento, en el que estaba concentrada
en lo más profundo de sus pensamientos, un coro de gritos llamo su atención. Un
grupo de chicas, que ya llevaban el uniforme de la academia por lo que dedujo
que ya eran alumnas, estaban gritando como si fuera un recital, como las fans
de un famoso cantante. Entonces ahí fue cuando lo vio, un joven extremadamente
hermoso, eso fue lo que pensó. Caminaba entre la montonera de gente y sus fans
gritando a su alrededor. Era como un príncipe de ojos azules y cabello negro,
con su pálida piel, caminaba a un ritmo muy tranquilo pese a los gritos y acoso
por parte de las otras estudiantes. El joven también llevaba ya puesto el
uniforme, lo que indicaba que era ya estudiante. Mio no podía dejar de mirarlo,
no apartaba su mirada de él, cuando en ese momento el joven levanto la mirada y
sus ojos se encontraron. A pesar de que
había una gran distancia entre ellos, Mio sintió como si lo tuviera cerca lo
que provoco que se sonrojara y apartara la mirada. Cuando volvió a verlo, el
aun la miraba pero se alejaba cada vez mas hasta ingresar al establecimiento.
Mio no podía respirar, su corazón latía a mil, y parecía que se iba a salir de
su pecho - ¿Qué fue eso? – Murmuro para si misma y puso su mano en su pecho,
pudiendo sentir como latía de fuerte su corazón.
Ya había pasado una hora después de esa
extraña y nueva experiencia para Mio, cuando sonó un fuerte timbre y un anuncio
para los ingresantes. Se les informo que los resultados ya estaban listos, asi
que Mio corrió por su nota. Nerviosa y ansiosa, se acercó al cartel donde sus
notas estaban pegadas. Encontrando su nombre, comenzó a temblar pero al ver que
decía “Aprobado”, salto de la alegría. No sabia como expresar tanta felicidad
que llevaba dentro de ella, en ese momento fue interrumpida por un profesor que
anuncio que no habría un segundo parcial, que los aprobados del primero ya eran
estudiantes de la academia. Nada mas perfecto podría haberle pasado, salvo que
el estudiante misterioso apareciera de nuevo frente a ella. Pero como eso no
pasó, se conformo y busco su nuevo uniforme para asi volver corriendo a su casa
con la gran noticia y para saber como estaba su pequeña gatita.
Entró corriendo y saltando de la alegría, que
hiso que su abuela se asustara – Abuela, abuela – Gritaba muy feliz – Ingrese,
ingrese. Ya soy alumna de la Academia Shindo – Con una gran sonrisa e inmensa
felicidad.
La abuela, la abrazo muy fuerte – Te dije que
lo lograrías, te felicito mi pequeña – Muy feliz por la noticia.
En ese momento, Mio recordó a la gatita - ¿Cómo
esta la gatita? – Preocupada.
Abuela – Esta en tu cama – Sonriendo – Esta
bien, y ahora duerme. Ve a verla.
Mio salió corriendo sin pensarlo dos veces,
entro en su habitación y ahí estaba, recostada en su cama como una pequeña
bolita de pelos. Mio sonrió y se sentó a su lado, comenzó a acariciarla – Me
alegra que estés bien, y creo que encontrarte me dio mucha suerte hoy –
Sonriendo.
Cuando una voz en el aire la asusto mucho –
Claro que tuviste suerte – Dejando a Mio helada, que comenzó a mirara por toda
su habitación.
Se paro de la cama y comenzó a ver de donde
provenía esa voz – Que extraño, alguien acaba de hablarme ¿Sera mi conciencia?
Nuevamente la voz de una chica – Claro que
no, soy yo – Mio volteo y vio a la gatita despierta sentada mirándola
fijamente, en ese momento pensó que estaba loca – No puedes haber sido tu –
Riendo, Mio miro a la gatita la cual le respondió muy claro – Te digo que fui
yo – Suspiro – La que te esta hablando fui yo.
Mio se desmallo, y cuando despertó pensaba
que todo había sido un sueño, pero la gatita salto sobre ella y la miro - ¿Tu
no hablaste, o si? – Le dijo Mio.
La gatita volvió a suspirara - ¿Qué pasa
contigo? Te dije que si hable, fui yo.
Mio no comprendía por qué pero su pequeña
gatita estaba hablando - ¿Cómo es que hablas? No comprendo, se supone que los
gatos no hablan.
La gatita se sentó sobre la cama – Mira, los
gatos no hablan pero yo no soy un gato cualquiera. Soy un gato mitad vampiro, fui
mordida por uno. Ahh, y mi nombre es Izumi, no gatita – Le reclamo.
Mio -
¿Izumi? ¿Vampiros?
Izumi – Eso dije – replico.
Mio - ¿Qui… Quieres decir que los vampiros
existen?
Izumi – Mira, yo también me sorprendí mucho
al saber que ellos existen, pero no se mas que tu. Solo sé que un auto casi me
mata y un vampiro me transformo y salvo mi vida.
Mio – Es como ese anime que vi, ¿Cómo se
llamaba? – Recordando – NYANPIRE – Grito.
Izumi la miro sin entender - ¿Qué es eso?
Mio – Es un anime que vi – Sonriendo – Era un
gatito que fue salvado por un vampiro, y se transformo en un Nyanpire.
Izumi – Estas loca.
Mio – Ósea, si. Estoy hablando con un gato
que dice ser vampiro, que mas loca puedo estar.- Se cruzo de brazos – Pero
asumo que esto no es un sueño, y tú eres un Nyanpire.
Izumi – Prefiero que me llames por mi nombre
– seria.
Mio – Mmm, de acuerdo, pero te diré Izu.
Desde ahora serás mi gatita, y prometo cuidarte y alimentarte – Sonriendo -
¿Qué dices, Izu?
Izumi lo pensó por un instante – Esta bien –
Sonrió – Me gradas después de todo, pero prefiero que guardes esto como nuestro
secreto. Si otras personas se enteran de mi, querrán encerrarme en un zoológico
o algo de eso.
Mio – Estaba por decirte lo mismo, asi que es
un pacto de nuevas amigas – Sonriendo – Lo prometo – Tomo la patita de Izumi
para cerrar el trato.
Izumi abrió sus ojos grandes, los cuales
comenzaron a brillar – Amigas? Gracias – Feliz de poder encontrar un humano que
la quisiera y no como ese quien la tiro a la calle cuando tan solo era una bebe.
A la mañana siguiente, Mio se levanto y lo
primero que hizo, fue asegurarse de que Izumi estuviera recostada en los pies
de su cama como ella lo recordaba de la noche anterior. Al verla dormida, verla
respirar y acostada de esa forma tan tierna que tienen los gatitos, no podía
creer que no sea solo eso, si no que era un Nyanpire, como ella había decidido
llamarla por ser una gatita vampiro. Por un instante dudo que eso fuese cierto,
pero lo que nunca se le cruzo por la cabeza, era preguntar sobre los vampiros.
Es decir, su gatita fue mordida por un vampiro, y Mio no pregunto o se pregunto
nada sobre ellos.
Cuando Izumi despertó, se estiro y bostezó.
Al mirara a Mio, que estaba sentada al borde de su cama, le sonrió y la saludo
– Buenos días, Mio.
Mio aun no se acostumbraba a su vos, asi que
se sorprendió pero una cálida sonrisa salió de ella naturalmente y respondió a
su saludo – Buenos día, Izu – Después se levanto, y fue por su desayuno y el de
Izumi.
Izumi solo la miro, y cuando volvió, su
corazón se lleno de alegría. Era la primera vez que una persona la trataba tan
bien, la alimentaba con cariño y le demostraba su amor. Izumi se sonrojo al ver
esa hermosa taza de leche que Mio le trajo, y mientras bebía, sonreía de
alegría.
Mio - ¿Esta bien Izu? ¿No quieres algo más
para comer o beber? – Sonriendo.
Izumi la miro con su hermosos y enormes ojos
– No, gracias Mio. Esta muy rica – Sonriendo con su boquita llena de leche.
Mio – Me alegro – Feliz, mientras se sacaba
su ropa de dormir y se colocaba su nuevo uniforme – Ahh, hoy estarás con mi
abuela solamente. Es mi primer día de clase, asi que no estaré en casa por unas
horas. Por cierto, a ella no le hables como me hablas a mí o la asustaras –
Riendo – Si tienes hambre, solo maúlla y ella te dará toda la leche y pescado
que gustes.
Izumi sonrió – Entendido, no te preocupes. ¿A
que escuela asistes?
Mio – A la Academia Shindo – Orgullosa de
decirlo.
Izumi cambio la cara, logrando que Mio se
preocupara – Ahh… Ese lugar – Soltó una risa nerviosa.
Mio - ¿Por qué te pones nerviosa? ¿Fue allí
donde te mordió el vampiro?
Izumi – Por fin preguntas algo de eso, me
parecía extraño que nombrara a un vampiro en mi historia y no hicieras ninguna
pregunta al respecto – Suspiro.
Mio - ¿Ahh? – Algo perdida, como solía ser
ella de despistada - ¿No fue Drácula quien te mordió? – Sobando su cabeza
despistadamente sin entender.
Izumi se agarró la cara con su patita y casi
cae a la suelo por las palabras absurdas de Mio – Eres despistada – La miro
seria – Claro que no fue Drácula – Le grito - ¿Cómo se te ocurre?
Mio – Entonces si no fue Drácula como lo
pensé ¿Significa que hay mas vampiro, existen? – Abrió grande sus ojos.
Izumi - ¿Eres tonta? TE DIJE QUE UN VAMPIRO
ME MORDIO – Aturdida.
Mio – Woow, no me llama mucho la atención esas
cosas – Riendo – Pero ahora que me lo recuerdas, quiere decir que los vampiros
existen – Sorprendida - ¿Y como era el que te mordió?
Izumi – No lo se, no recuerdo muy bien el
momento. Pero lo que si recuerdo, es que era muy apuesto – Sonrojada al decirlo
– Era un vampiro sexi y joven – Riendo.
Mio – Que pervertida eres, Izu – Riendo –
Bueno, ya es tarde. Vuelvo a las cinco, nos vemos Izu – Sonrió y salió de la
habitación.
Izumi – Ok, ok – Sonrió – Buena suerte en tu
día y cuidado con la gente extraña que se te acerque.
Mio – Ya no soy una niña, ya lo se. Pareces
mi padre – Se fue.
En el camino a la academia, fue recapacitando
y pensando sobre su charla con Izu. ¿Realmente esas criaturas existían? Esa fue
su pregunta mas constante, pero también pensó que podrían ser personas amables,
y mas es quien la había salvado la vida a la pobre Izu cuando el coche la
atropello. De tanto pensar, casi se llevo por delante un árbol, pero eso no
impidió que ella tropezara. Cuando estaba a punto de tocar el suelo, alguien la
tomo del brazo y la salvo de una fea caída. Volteo a ver su salvador o
salvadora, y ahí es cuando vio a un joven tan pálido como la nieve, con una
expresión seria y algo sombría. Sus ojos eran negros como el petróleo y su
cabello era plateado, tal vez era albino, es lo que Mio supuso. Pero a decir
verdad, era bastante lindo y atractivo.
Mio quedo hipnotizada por esos ojos tan
brillantes – Gra… Gracias – le dijo, tartamudeando un poco al principio – De no
ser por ti, tendría mi cara raspada o algo asi – Soltó una risa amistosa.
El joven la miro y sonrió, parecía un chico
amable, y esa sonrisa había borrado esos pensamientos sombríos que mio veía en
el.- No fue nada, se veía fea esa caída – Apenas riendo - Mi nombre es Hiroshi, Minako Hiroshi.
Mio le dio la mano – Mi nombre es Nanami Mio
– Sonriendo – Un gusto.- Por el uniforme, veo que asistimos a la misma
Academia.
Hiroshi – Academia Shindo, exacto – Sonrió –
Pero yo asisto ahí desde pequeño, y tu cara no se me hace conocida.
Mio – No, entre este año – Sonriendo – Por
eso no me has visto antes – Fueron charlando mientras caminaban hacia la
academia.
Hiroshi – Me parecía – sonrió – Y ¿A que año
vas?
Mio – Este año empiezo cuarto – Riendo - ¿Tu,
Hiroshi?
Hiroshi – Yo asisto a quinto año, soy algo
mayor – A decir verdad, era muchos años mayor que Mio, pero no hacia falta
aclarar el motivo de esa edad. Ya que era un secreto, el cual debía guardar si
quería seguir asistiendo a Shindo.
Llegaron a la Academia hablando, no pararon
ni un segundo. Mio había encontrado a su primer amigo, aunque no serian
compañeros de clase, podrían verse durante los recreos.
Después de entrar al establecimiento, ambos
se despidieron y se fueron a sus respectivos salones. Mio creyó perderse al
principio, pero logro encontrar su salón. Al entrar y ver todas caras nuevos,
hizo que se pusiera nerviosa, aunque al sentarse en su banco esos nervios
desaparecieron. Para Mio, era el comienzo de un nuevo y gran año.
Pasaron unos minutos, hasta que Mio se diera
cuenta que la chica que conocido en su examen, estaba ahí en su mismo salón. Mio
no dejaba de mirarla, quería saludarla pero aun no le tenia confianza. Hasta
que Hisako se dio cuenta de su presencia, y ella sola se acercó a saludarla.
Hisako – Mio – Sonriendo – Sabía que lo
lograrías.
Mio se sorprendió de la confianza y la
amabilidad, con la que la había saludado y se puso muy feliz – Gracias – Le
respondió con una enorme sonrisa – No pensé que estaríamos en el mismo salón,
que suerte.
Hisako – Si verdad, me alegra que fuese asi.
Me caes bien, Mio.
Mio – Eres muy amable – Sin dejar de sonreír
– Creo que me gustara mas de lo que pensé, estar en esta Academia.
Hisako – Ya veras que es de lo mejor, todos
son muy amables. No voy a negar que haya gente con su carácter personal, claro
– Riendo.- Pero ya veras que te relacionas rápido.
Mio – Me alegra escuchar eso, y a decir
verdad ya me hice de un amigo hoy por la mañana – Sonriendo – Se llama Hiroshi,
cursa quinto año ¿Lo conoces?
Hisako – Hiroshi, Hiroshi… Mmm, déjame pensar
– Miraba hacia arriba tratando de recordar, con su dedo índice se daba
golpecitos en su labio, como si eso fuese a ayudarla a recordar – Su nombre se
me es familiar, en serio. Muéstramelo en el recreo, asi podre saberlo – Sonrió.
Mio – Claro, no hay problema – Sonrió.
Pero su agradable conversación fue
interrumpida por la profesora, que ingresaba al salón dispuesta a comenzar con
la clase. Y por la cara de seria que llevaba, todos los alumnos obedecieron ya
que no querían ser regañados por esa profesora.
La campana sonó, fue como un signo de
libertada para los estudiantes, ya querían parar de escribir un poco. La
profesora les había dictado casi toda la hora sin parar, sus manos ya no aguantaban
y algunos se acalambraron.
Mio salió junto a Hisako del salón, charlando
y riendo. Hisako era bastante amable y amigable, y estaba curiosa por saber el
talento de Mio - ¿Y en que te destacas? Aparte de ser buena en los estudios –
Sonriendo.
Mio sonrió – Amo tocar el Violín, y por lo
que dicen mis familiares, soy muy buena – Riendo – También me gusta cantar, ¿Y
tu talento, Hisako? – Mientras caminaban a la maquina de jugos.
Hisako – Me gusta tocar el piano, desde
pequeña que amo tocarlo y lo hago bastante bien – Sonrió – Cuando algo te
gusta, pones lo mejor de ti para que sea casi perfecto.
Mio – Eso es verdad, y al ser algo que te
gusta, nunca será una perdida de tiempo. Por eso toco casi todo el día – Riendo
– Menos mal que mi abuela ama que le toque melodías.
Hisako – Que tiernas – Mientras compraba un
jugo de naranja.
Mio volteo y vio que Hiroshi estaba por ahí
cerca – Hisako, mira – Se lo señalo – Ese es Hiroshi.
Hisako volteo, tomando su jugo con un sorbete
– Mmm, puede ser, creo que lo conozco por las clases de piano. Vamos a verlo.
Mio – Claro – Camino a donde Hiroshi estaba y
lo saludo – Hiroshi – Sonriendo – Ellas Es Hisako, mi nueva amiga.
Hisako sonrió y se presento – Un gusto –
Dándole la mano.
Hiroshi las recibió amablemente – Igualmente,
y me alegro por ti Mio, ya hiciste amigos.
Mio – En realidad ustedes fueron amables y
comenzaron a hablarme, yo soy algo torpe para empezar nuevas amistades –
Riendo.
Hisako – SI – Hablo de la nada, asustando a
Mio y Hiroshi – Te conozco de las clase de piano – Apuntándolo con su dedo y
una mirada de detective a punto de resolver un misterio.
Hiroshi la miro como a una loca – Si, yo toco
el piano y te he visto pero no sabía tu nombre.
Hisako comenzó a reír – Si lo se, eres de
otro año, pero te he visto con la profesora.
Mio – Hablan tanto del tema que me dieron
ganas de oírlos tocar – Sonriendo - ¿Pueden tocar para mi? – Mirándolos como
perrito mojado.
Hisako rio – Claro, pero tendrás que venir
durante nuestras clases.
Hiroshi – Creo que mañana nos toca una clase
compartida con los de curto, tal vez si vienes podrás oírnos.
Mio sonrió – Por supuesto – Emocionada –
Mañana estaré ahí para oírlos, como una de sus fans – Riendo – Lo prometo.
Hisako la tomo de la mano – SI – Grito de
alegría – Mi primer fan – Comenzaron a saltar, logrando que Hiroshi se
avergonzara y se marchara.
Hiroshi – Las ve mañana, antes de que me
contagien – Riendo se fue.
Hisako - ¿Tú también tocaras para mi, verdad?
– Sonriendo mientras la sostenía de las manos.- También seré tu primera fan.
Mio – Hoy lo traje, con gusto te tocare a la
salida, porque soy algo vergonzosa como para hacerlo frente ala resto de la
clase – Riendo.
Hisako se puso feliz – Ok, estaré esperando a
que termine el día con ansias – Riendo.
Cuando la campaña interrumpió su conversación
y de una forma u otra les ordeno ingresar a sus salones. Después de otra hora
de clase, Mio almorzó junto a Hisako y Hiroshi. Y al finalizar el día, los tres
se quedaron en el salón solos, para escuchar a Mio tocar.
El salón estaba completamente vacío, solo ellos estaba allí para escuchar
del violín.
Mio lo saco de su estuche, y Hisako comenzó a
gritar como un publico. Hiroshi solo la miraba, y fue entonces cuando Mio
comenzó a tocar. Esas dulces melodías sueltas en el aire, era como una droga
para los oídos. Tan dulce, coordinada, e impecable, era casi perfecta.
Ambos quedaron enamorados de como Mio tocaba
su violín, que cuando finalizo, ya no era solo Hisako la que aplaudía y gritaba
como loca.
Cuando Mio volvió a casa, se dio cuenta que
ya había hecho amigos, muy bueno amigos y se sentía mu feliz de eso. También
orgullosa de si misma, por su manejo impecable del violín. Estaba contenta que
no aguantaba las ganas de llegar y contarle su abuelita y a Izu de su
maravilloso día.
Al llegar, su abuela fue la primera en
enterase durante la cena. Después, subió corriendo a su habitación, con la
comida de Izu y su relato del día.
Izumi sonrió al verla con ese tremendo plato,
repleto de comida solo para ella - ¿Eso es para mí? – Abrió muy grande sus
ojos.
Mio – Claro, todo tuyo – Sonriendo, le
entrego el plato de comida.
Izumi
– Gracias – Se lanzo sobre el plato.
Mio – Pensé que no te gustaría, recién estoy
empezando a cocinar. Pero tengo a la mejor profesora, mi abuela – Sonriendo.
Izumi – Esta deliciosa, me gusta mucho – Sin
parar de comer -¿Y como te fue hoy, en la escuela?
Mio se puso feliz, no aguantaba las ganas a
que le preguntara sobre eso – Ahora que preguntas, la verdad estuvo estupendo –
Con una enorme sonrisa – Ya tengo dos amigos, Hisako y Hiroshi. Son muy
agradables y les gusto oírme tocar.
Izumi ya la había oído esa noche en que se
conocieron, asi que sabia porque habían quedado encantados con esa hermosa
melodía que solo Mio podía tocar – Asi que la pasaste bien – Le sonrió, ya
terminando de comer – Gracias, de nuevo – Entregándole el plato a Mio.
Al día siguiente, Mio se fue directo a la
Academia muy emocionada y ansiosa por oír tocar a sus nuevos amigos. Hoy le
tocaba a ella ser de espectadora y alentarlos.
Cuando llego, una de las chicas le indico el
salón en donde estarían sus amigos a punto de tocar. Hisako la estaba esperando
en la puerta del salón, y cuando la vio, salió corriendo directo a ella – Mio
viniste, y eso que debías venir mas temprano – La abrazo de alegría.
Mio – Era una promesa, asi que estoy aquí –
Sonriendo – A demás muero de ganas por verlos.
Hisako – Entonces entremos, Hiroshi esta a
punto de tocar.
Entraron al salón, y tomaron asiento en los
bancos del fondo. Hiroshi se estaba preparando para tocar, mientras Mio y
Hisako hacían de espectadoras. Cuando comenzó, sus melodías eran tan suaves que
hacían que te perdieras en ellas y comenzaras a flotar en lo más profundo de
tus pensamientos. Mio estaba muy feliz de poder oírlo, cuando la profesora
llamo a Hisako, para que hicieran un dueto con Hiroshi, ya que eran unos de los
mejores pianistas de toda la Academia.
Ambos hacían la mejor melodía, era una
combinación perfecta, provocando que Mio flotara e imaginara cosas hermosas,
pero todo fue interrumpido cuando un estudiante llego tarde al salón. Mio lo
miro y quedo hipnotizada, era el joven que había visto esa ves. No podía
despegar sus ojos otra vez de él, era como un imán.
El joven se disculpo por la interrupción, la
profesora solo lo miro y le dijo – Por esta vez te perdono, anda y toma asiento
Haru.
Al oír su nombre, Mio sonrió por sus adentro,
a demás de lindo parecía un chico amable. En toda la hora no dejo de mirarlo,
hasta que l timbre sonó y todos salieron. Mio lo siguió con la mirada, pero
este camino tan rápido que lo perdió de vista.
Hisako apareció tras ella - ¿Qué tal estuvo?
– Pregunto con una linda sonrisa.
Mio – Uhh! – Se sobresalto – Me encanto,
ambos tocan muy lindo – Sonriendo.
Hiroshi – Si, pero Haru la atrapo mas que
nuestra composición – Riendo.
Hisako la miro – ¿Haru? Bueno, para él es fácil
atraer toda la atención – Sonrojada.
Mio noto esa expresión y dedujo que eso
significaba solo una cosa, que a Hisako le gustaba Haru. Pero sin tocar el
tema, siguió con su día. Al finalizar la primera ronda de clase, durante el
almuerzo, Mio se armó de valor y le pregunto sobre Haru – Hisako ¿Haru es
popular aquí, verdad?
Hisako sonrió – Claro, es como un príncipe –
Riendo – Es bastante sexi, como para que las chicas no lo amen – Riendo.
Mio – Woow, asi que es de esos chicos –
Riendo.
Hisako - ¿Te gusta, verdad? – Sonrió.
Mio – AHHH – Se puso toda roja – No… No… No
es eso – Nerviosa – Solo tengo curiosidad – Negándolo por completo.
Hisako comenzó a reír – No tiene nada de malo
que te guste, es decir, solo míralo. Es completamente hermoso, pero al parecer
nadie es digno de él, ni yo. Nadie lo conoce, todas somos como sus fan – Puso
una mirada triste esta vez, como si decir eso le doliera – Al parecer no le da
la oportunidad a ninguna – Soltó una risita – Que gracioso.
Mio – Chico… Misterios? – Sorprendida –
Parece solitario también, pero al ser popular debe tener muchos amigos.
Hisako – Siempre esta rodeado de chicos y
chicas, trata bien a todo el mundo. Pero por ejemplo, en época de san Valentín,
no recibe ningún chocolate por compromiso, solo de amistad – Suspiro – Yo supe
hacerles unos, pero al enterarme de eso le dije que solo eran de amistad y los
recibió pero al abrirlos y ver que escribí algo mas, los tiro al sesto de
basura.
Mio – Que malo – Espantada – Y parece tan
amable.
Hisako – Lo es - Sonrió – Pero no quiere crearle falsas
ilusiones a las chicas, aceptando chocolates por compromiso. Creo que lo
entiendo – Riendo.
Mio – Tu si que eres mu buena persona –
Sonriendo – Sabes, es lindo, pero no creo se su chica – Riendo – Asi que no
vale la pena intentarlo, solo seremos sus fans – Le guiño el ojo y comenzó a
reír.
Hisako – Eres loca – Riendo – Pero me gusta
mirarlo – Sin parar de reír – Pero apuesto a que si le tocas el violín, quedara
enamorado de ti completamente – Sonriendo.
Mio – Si, claro – Riendo – No lo creo.
Asi pasaron el resto del día, riendo y
conociéndose una a la otra. Haciéndose más intimas y buenas amigas.
Otro día mas, había sido maravilloso para
Mio, que al llegar le conto todo a su abuela y a Izumi que las escuchaban muy
atentas. Izumi siempre le preguntaba por su día, se habían vuelto mejores
amigas, era loco decir que una gatita era su mejor amiga pero era cierto y
estaba feliz por ello. Su vida estaba cambiando, pero a ella le gustaba, y mas
que su confidencia era s garita Nyanpire. Era raro decirlo pero a Mio no le
molestaba, y de lo despistada que era, no se preguntaba por los vampiros, solo
quería ser feliz durante su vida en el secundario. Y mas que estaba con su
abuela, a la cual ella amaba mucho y ambas eran muy unidas.
Los días pasaban, y Mio se acostumbraba a
vivir ahí, conociendo mas y mas a Hisako y Hiroshi, quienes se volvieron
grandes amigos en poco tiempo. Los días pasaban y su estadía en la Academia se
volvía cada vez mas agradable, sin contar que su curiosidad por Haru, el
estudiante extraño, aumentaba cada vez mas para Mio. Quería volverse más
cercana, saber más de él. Era como si algo en el, despertara gran curiosidad en
Mio y no se detendría hasta saber aunque sea algo insignificante de él.
Era algo loco, pero a Mio le pareció
divertido y mas porque Hisako la acompañaba en todo, y mas en hacer locuras. Al único que no le gradaba mucho la idea de
que Mio se acercara a Haru, era a Hiroshi que estaba algo preocupado por el
interés que Mio había despertado hacia ese chico.
De todos modos, Mio y Hisako hacían de las suyas,
y los días seguían pasando. Mio estaba feliz, feliz de un nuevo comienzo, sin
saber que le prepararía el destino para ella.
Continuara…
Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh! Lo Ameeee *-*
ResponderEliminar:o esta genial!!!
ResponderEliminar*v* lo ameee!!!
Hola! Soy Raven Collins, y llevo un blog en el que expongo mi historia. Encontré tu blog casi por casualidad y de entrada me pareció muy interesante. Tanto la temática como la idea. Quiero leer tu historia, a si que cuando la termine de leer te comento.
ResponderEliminarP.D: Mi historia tambien trata de vampiros ^^.
Un saludo!
Oooh! ¡me encantó *_*! ya lo sigo jeje, felicitaciones por la historia, es increible >.<
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