miércoles, 20 de junio de 2012

Sacrificio para la Perfección - Capitulo IV

Capitulo IV: La mañana llega y los recuerdos aparecen. 

Ya había pasado una semana desde lo sucedido en la iglesia. Después de descubrir la verdadera identidad de la virgen, muchos quedaron preocupados y con miles de dudas, menos la misma virgen que no lograba recordar lo que esa noche le había pasado. 
Mio asistía a clases como si nada, había olvidado completamente todo, pero había momentos en el día en que tenia pedazos de recuerdos desordenados que se le venían a los pensamientos. Sin contar, que la mirada preocupada de Hisako hacia que Mio sospechara que algo había olvidado, pero al no saber que preguntar, no se atrevía a interrogar a sus amigos, después de todo no podía ser algo tan malo mas que un simple desmayo.
Haru hablo con ella, pero solo le conto que ellos se habían reunido esa noche, como para ver si ella recordaba algo de lo demás, pero Mio solo pudo recordar su caminata y rencuentro esa noche lo que la puso muy feliz. Es decir, después de todo se había reunido con el chico que le gustaba en la noche mas deseada. 
Todos estaba mas que preocupados por Mio, pero no sabían de que forma explicarle toda la verdad, era algo difícil. Pero la que más estaba interesada en todo esto era Izumi, ella no se conformaba con la explicación que los demás le dieron. Asi que no se quedo de patas cruzadas y se dirigió directo a la escuela para hablar con alguien que supiera, y el único que pensaba que sabría algo del tema era nada menos que Takano. Muy decidida, sin que Mio la viera, se escapo y escabullo en la escuela con la esperanza de encontrarse con el nuevamente para poder hablar claro y obtener toda la verdad. 
Obviando a los estudiantes, se metió por una de las grandes ventanas mas grandes de la dirección, bajo sobre el escritorio de madera y luego al suelo alfombrado de la habitación. Paso frente a una gran biblioteca llena de libros bastante antiguos y por fin llego a la puerta, donde al sentir, pasos, se volvió y escondió bajo el escritorio. 
Abriendo la puerta, entro nada menos que Takano junto a la directora hablando sobre la virgen. Izumi no entendía muy bien, hasta sentir nombrara la navidad y un extraño templo, lo que hizo hacerla pensar todo tipo de cosas pero no entendía del todo aun.
Después de recoger unos papeles, ambos se dispusieron a abandonar la habitación, pero Takano se freno - ¿Qué sucede? – Intrigada por esa repentina decisión de quedarse, le pregunto la directora.
Él le sonrió – Debo buscar algo, si no te importa en unos minutos te alcanzo – La directora asintió y siguió su camino, la muecas de Takano le dieron a entender que quería revisar el lugar. 
Se acercó al escritorio, pero al agacharse no encontró nada y detrás de él, salto Izumi - ¿Me buscabas? – sin dejar de sonreír, Takano le respondió - ¿Perdón? La que me esta buscando algo o alguien eres tu. 
Izumi, seria se acercó a él parándose sobre el escritorio para estar mas a su altura – Esto me lo hace mas corto a todo ¿Dime que paso en Navidad?
Takano comenzó a reír - ¿Qué te hace pensar que yo se algo o estaba ahí? – Izumi le clavo la mirada y afilo sus garras – Esta bien, tarde o temprano muchos deberán enterarse de la verdad?
Izumi - ¿a que te refieres con eso?
Takano le explico todo, sin pausas ni vueltas – Por eso debes de explicarle todo a Mio, mi hermano piensa que no debemos hacerlo pero ella tiene derecho a saber la verdad.
Izumi – Hermano?
Takano asintió – Haru, somos hermanos!
Izumi lo miro seria y comenzó a pensar por unos minutos – Tienes razón, yo me encargare de Mio – Salto de la mesada y salió por la ventana, pero antes volteo y volvió su mirada Takano apenas girando su cara – Gra… Gracias.
Más tarde ese día, Mio se encontraba volviendo a su casa. Salió un poco tarde asi que las calles estaban algo tenebrosas, el sol se estaba ocultando y Mio sentía una fuerte necesidad de llegar a casa rápidamente.
Al mirar el sol, suspiro y sintió como si tenia que recordar algo. Fragmentos de esa noche volvieron a sus recuerdos, eso la asusto y comenzó a correr. Pero los fragmentos no dejaban de atormentarla, y un fuerte dolor de cabeza crecía haciéndola llorar. 
Al entrar a su casa, su abuela se susto al verle ese rostro de espanto - ¿Estas bien cariño?
Mio miro a su alrededor logrando calmarse, pero su respiración se oía agitada – Yo… Yo… Estoy bien, solo… Solo estoy algo cansada…
Su abuela la abrazo e intento calmarla, luego subió a su habitación y se encontró con Izumi, quien no tardo en darse cuenta de como se sentía Mio - ¿Paso algo?
Mio – No, son solo tonterías que se me vienen a la mente. No es nada – Le sonrió.
Izumi - ¿Un templo, algo sobre navidad? – Sorprendiendo a Mio con eso.
Mio - ¿Qué sabes de eso? ¿Co… Como, sabes que eso pensé?
Izumi – Lo se todo… 
Mientras tanto, en la academia, Takano se encontró con Haru después de su clase de piano. Se acercó a el para hablarle, aunque Haru intentara obviarlo – No se porque te molestas en practicar o fingir que lo haces, ya todos sabemos que eres un pianista experto – Sonriendo.
Haru – Ya ¿Qué quieres?
Takano – Debemos hablar sobre Mio.
Haru – Lo se, lo se… Sobre mis sentimientos y eso – Suspiro – Prometo ser discreto y… - Takano lo interrumpió – No me refiero a eso – Haru no comprendió – Le conté la verdad a alguien muy cercano a ella, asi que dentro de poco sabrá todo.
Haru - ¿Qué hiciste que? Debemos explicárselo bien, si no va a confundiré y…
Takano – Tranquilízate, dejemos que se entere y cuando este lista, responderemos todas sus preguntas.- Sonrió.
Después de que Izumi le explico lo mejor que pudo a Mio, esta logro recordar mejor lo que había pasado, pero todo le era tan extraño. Aun tenía miles de preguntas ¿Qué era Haru y los demás? ¿Qué querían con ella, y porque la llamaron la virgen? Esas dudas solo podrían resolverse preguntándoles a las personas adecuadas.
Izumi - ¿Hablaras con ellos, verdad?
Mio estaba desanimada, sentía que todos le habían mentido – Supongo que si, quiero saber exactamente de que se trata todo, pero… Duele… - Izumi se dio cuenta que su rostro estaba algo desanimado – Duele haber sido engañada por las personas que creí cercanas a mi.
Izumi – Tal vez tienen sus razones, deberías oír lo que tienen para decirte primero.
Mio – Pues espero que tengan mucho que decir – Se levanto y preparo sus cosas para tomar un baño, sus día había sido bastante raro y pensaba que lo raro iba a continuar por mucho mas. 

Al día siguiente, Mio llego temprano a la academia, pero casi no lo noto ya que aun estaba pensando miles de cosas sin darse cuenta que aun no había casi ningún alumno por los corredores. 
Entro a su salón, donde sobre su banco, encontró una carta anónima. 

Esta decía que debía ir a la dirección, que un grupo de personas quería hablar con ella, necesitaban que fuera discreta y asistiera sin compañía. 
Mio pensó que eso era muy extraño, pero después de todo lo que oyó de Izumi no podía sorprenderse mas. Decidida, salió de su salón y se dirigió a la dirección, pensando que ahí estarían todos esperándola, incluso Hisako y Hiroshi aunque el que más deseaba ver era a Haru y recibir una explicación de su parte. Algo la molestaba, no sabia si quería saber toda la verdad. 
A pocos pasos de llegar, se encontró con un joven de piel morena y ojos tan verdes que le resaltaban demasiado. Era bastante lindo, alto y musculoso, aunque solo pareciera tener unos 17 o 18 años contando que llevaba puesto el uniforme de la academia. 
El joven se freno frente a ella, y con amabilidad se presento – Supongo que eres Mio – Ella asintió – En ese caso, mi nombre es Shota y a partir de este momento yo seré quien te escolte - Sonriendo.
Mio pensó que esto era lo único bueno en su mañana, sacándole una sonrisa – Es un gusto, aunque espero que esto se aclare un poco mas… Es decir, es raro, todo esto – Hablaban mientras caminaban juntos a su destino.
A Shota le pareció bastante amable, y le agrado rápidamente. Pero detrás de unos de los pilares, estaba Tomoyo, una joven mujer loba que estaba enamorada de él, aunque ellos aun no salían ni nada por el momento ya que ella no se atrevió aun a confesarle lo que sentía, y al verlo con la llamada “virgen” la ponía algo celosa y molesta, no entendía porque su amado Shota debía encargarse de la seguridad de esa niñita.
Shota le abrió la puerta para que Mio entrara – Después de ti, Mio.- Esta le agradeció, y al entrar puedo reconocer bastantes caras como la de su directora, Haru y sus amigos, también reconoció a Takano, el joven que se encontraba hablando con Izumi aquella vez. Pero había mas personas en la sala, un hombre bastante parecido a Shota que al parecer era su tío. Otras dos personas mas, que no parecían ser nada mas que simples humanos que miraban sonriendo a Mio. Del otro lado de la sala, se encontraba un hombre muy bien vestido pero muy serio y no tan feliz de verla, junto a él se encontraba un par de mellizas que aparentaban tener la misma edad que ella. Ambas estaban serias como su padre, sus nombres eran Hotaru, la rubia de ojos rosados que parecía tener una actitud bastante complicada y seria. Haruhi era la de pelo castaño y ojos color miel, no parecía tan seria como su hermana pero en sus ojos se notaba lago de nostalgia. 
Mio no lo sabia, pero ellas harían de su vida un tanto interesante de ahora en adelante. 
Sin decir, que apenas Mio puso un pie en la habitación, ambas clavaron sus ojos en ella y la siguieron el resto de su caminata. Shota las miro serio y con un gesto de orden, ambas dejaron de hacerlo por consentimiento de su padre.
La directora calmo a todos y les dijo que hoy le explicarían toda la verdad a Mio, asi que no quería ser interrumpida durante su explicación. 
Fue algo delicada al contarle toda la verdad, aunque Mio lo tomo muy bien. También le explico que era que hacia cada persona en esa sala, por eso sus amigos no podían decirle nada al respecto, no quería involucrarla en algo innecesario hasta descubrir que ella se convirtió en la razón. 
Mio - ¿Quiere decir que yo soy responsable de curarlos de… de que debo curarlos?
Hotaru, con voz imponente – No entendiste nada – Su padre la callo y esta obedeció.
Takano – Cuando el momento llegue lo sabrás, pero no es eso, es como detenernos y evitar que ocasionemos daños a las demás personas pero no solo aquí si no en todo el mundo.
Mio – Eso entendí ¿Pero que hare en ese momento?
Haru, algo tímido y sin mirarla a los ojos – Es… Como decirlo, las estrellas tomaran ese poder de tu alma tu solo debes estar lista. Nosotros te ayudaremos y daremos la protección necesaria para eso.
Mio - ¿Por qué deben protegerme?
Haru – No debe pasarte nada hasta que el momento llegue…
Takano – A demás… - Miro a Haru – Tu sangre es muy valiosa, pero solo lo será hasta esa noche. Debemos impedir que alguien quiera usarla para mal, asi que debemos protegerte siempre.
Mio comenzó a reír de los nervios, algo la estaba molestando y no la convencía del todo – Ósea que mi vida corre peligro… Esto no me gusta para nada – Miro a Hisako que también estaba tan asustada como ella.
Hiroshi – No debes de preocuparte por eso, estamos aquí para protegerte y enseñarte.
Mio ya estaba enojada – Si claro, de seguro me enseñan bastante bien – Comenzó a levantara la vos – Ya que todos son unos vampiros chupa sangre de 17 años, oh no! Espera, de 4oo años que de seguro tuvieron bastante tiempo para saber todo lo que saben.
Hisako – Mio no… 
Mio se alteró – No nada, saben que? Me canse de esta estupidez – Salió de la sala, pero Haru la tomo del brazo en el pasillo – DÉJAME, tu eres el peor mentiroso, llevándome engañada a ese tenebroso templo – Se soltó y se fue sin oírlo.
Haru – Mio, yo no… 
Takano apareció tras el – Déjala, después de todo lo de ustedes no va a resultar – Riendo.
Haru volteo - ¿Esto te parece gracioso? Estas loco hermano.
Takano – No, no lo estoy! Tu mismo lo dijiste hermanito, mantener los sentimientos fuera de esto, pero por tu culpa un lobo tonto ocupara nuestro lugar – Se molesto.
Haru – Shota no es un lobo tonto.
Takano – Pero es mucho mas débil que un vampiro, el no podrá ofrecerle la misma protección que nosotros.
Haru – Un hombre lobo puede matarte con una simple mordida, por si no lo recuerdas!
Takano – No me hagas reír, eso solo pasa en luna llena, el resto de los días son casi tan inservibles como un simple humano.
Haru – Ya basta – Lo tomo del cuello.
Haruhi salió de la habitación e intento frenarlos – Ya basta, no peleen por eso! – Detrás de ella salió Shota, quien fue a buscar a Mio para calmarla.
Takano miro a Haruhi - ¿Y tú que? – Se fue molesto.
Hotaru, que desde lejos disfrutaba del espectáculo, comenzó a aplaudir y tras ella salían Hisako y Hiroshi – Que divertido, la razón de nuestra unión va a separarnos a todos y convertir esto en un completo desastre – Riendo.
Hiroshi – Esto no es para nada divertido, Hotaru.
Hotaru – La verdad no, me aburre. Llámenme si pasa algo mas interesante.
Hisako - ¿Cómo que? – Seria.
Hotaru volvió la mirada y sonrió con sarcasmo – No lo se, tal vez si decide suicidarse antes o escapa algún lugar la muy cobarde – Sin mas que decir, abandono el lugar, y su hermana la siguió por detrás.
Hisako – LAS ODIO! Todo porque su padre… OIIGG!
Hiroshi la tomo del hombro – Tranquila, esas cosas no deben importarnos. Solo debemos preocuparnos por Mio y aclarar las cosas con ella.
Hisako – Es verdad, aun estoy algo triste y me siento mal por no ser sincera con ella desde un principio. Ella confiaba en nosotros, Hiroshi.
Hiroshi – Lo se, por eso debemos hablar con ella.

Mio había llegado corriendo hasta la estación, 

se sentó en uno de los bancos de madera a pensar. Realmente no sabía que hacia ahí, es decir, no planeaba marcharse ni nada del estilo, ella vivía con su abuela ahora y debía finalizar sus estudios sin que nada la afectara. Solo estaba ella y sus más profundos pensamientos, acompañada de una pequeña y ligera brisa.
Pero ese momento silencioso, fue interrumpido por Shota, que la alcanzo corriendo desde que salió de la Academia molesta.
– Ohh! Asi que alguien me siguió después de todo – Ya estaba mas calmada, asi que soltó un breve suspiro e intento sonreír – Gracias.
Shota sonrió – Es mi deber, mantenerte segura y detenerte para que no cometas tonterías – Riendo – Es un chiste, desde ahora seré… Mmm, bueno. Algo asi como tu guardián ¿No es gracioso?
Mio soltó una risa amigable – Algo, al menos lograste hacerme sonreír después de esta horrible mañana – Volvió a suspirar - ¿Qué se supone que debo hacer desde ahora? ¿Qué es lo que “una virgen” debe hacer? – Miro hacia el suelo y comenzó a reír – Eso de virgen es muy gracioso, ya que yo soy… - Se sonrojo – Bueno, ya sabes… Jeje!
Shota sonrió – Lo entiendo – Y se sentó a su lado – No debes de hacer nada, solo volver a tus estudios y vida normal. Nosotros nos encargaremos de todo, tu estarás a salvo hasta el día en que las estrellas lo dictan y luego serás nuevamente una joven libre – Le sonrió.
– Cuando lo dices de ese modo suena bastante simple – Sonriendo – Pero… Pero no se si pueda confiar en mis amigos – Suspiro la joven.
– Te diré algo, los hombres lobos y los vampiros no son buenos amigos – Riendo – Pero créeme que ellos si son buenos chicos, Haru en especial.
La imagen de Haru sonriendo se le vino a la mente – Haru…- Suspiro Mio – No sé que siento respecto al el, antes me gustaba pero él es un vampiro. Como una criatura que se alimenta de sangre humana puede ser una buena persona – Lo dijo con la mirada perdida en el cielo.
– Él no se alimenta de personas – Sonrió – Se que se alimenta de algunos animales, pero no los mata, los mantiene como fuente de sangre. Esa idea no me agrada del todo, ya que yo soy mitad lobo pero es mejor que poner en riesgo vidas humanas, dicen que cuando prueban esa sangre es tan deliciosa que no pueden parar.
Mio se asombro – Asi que Haru no lastima a nadie para alimentarse? ¿Qué hay de Hiroshi y Hisako?
– Ellos siguen, como ellos le llaman, la misma “dieta” – Riendo – El único que se alimenta de sangre humana aun, es Takano, el hermano de Haru perolas roba del banco de sangre, no ataca a las personas. De los que yo si dudo, es de Shunsuke y su familia, de seguro ellos aun se alimenta de vías humanas – Suspiro – Pero tenerlos de nuestra parte es un gran logro, ya que esa familia tiene una mala reputación desde la antigüedad. Incluso sé que se revelaron ante los primeros vampiros. 
- ¿Primeros vampiro?
– Claro, todo comenzó con uno original como todo – Sonrió – Los hombres lobos somos diferentes, es un don que la madre tierra le dio a nuestros ancestros para mantener el orden y equilibro al mundo. A diferencia de los vampiros, que fueron creados por un grupo de brujas que estaban bajo el mando del vampiro original.
– No entiendo!
– Veras, hace muchísimos años un persona tan codiciosa que no aceptaba el hecho de morir le vendió su alma al diablo y por medio de un grupo de brujas que mantenía bajo su mando, se transformo en un chupa vidas, que le otorgaba la vida eterna y asi por los siglos, esa maldición se fue pasando a distintas personas.
– Es como una novela de vampiros – sonrió – Que raro es todo esto!
– Si en verdad quieres saber mas sobre los vampiros, deberías de preguntarle a tus amigos, ellos sabrán responderte mejor sobre todo – Sonriendo – Se que Hisako viene de una de las familias mas antiguas de vampiros, no tanto como la de Haru, por supuesto.
Mio tomo aire profundamente y luego suspiro – Gracias, gracias por ser honesto conmigo. Pareces una buena persona, espero que podamos ser grandes amigos y no solo… Ya sabes, guardián y la boba que debes cuidar – Riendo.
– Me parece bien – Le sonrió – Vamos, debemos regresar antes de que empiece la primer clase. No quiero una falta mas, ya me he escapado varias veces con unos amigos – Riendo.
– Woow, mira nada más, un lobo rebelde – Riendo también.
Al regresar en la Academia, Haru los estaba esperando preocupado por Mio, aunque esta no hizo mas que ignorarlo.
Haru intento hablarle – Mio, yo…
– No, por ahora… Solo… Quiero estar sola – Continuo caminando desanimada.
Shota agrego – No te preocupes – Le dijo a Haru – Solo dale tiempo a que asimile todo, créeme, tu eres muy importante para ella y solo charlamos unos minutos que bastaron para darme cuenta de que lo que siente por ti es muy fuerte – Sonriendo – Pero que los demás miembros del consejo no se enteren, no creo que eso sea bueno.
Haru lo miro – Gracias Shota, eres un gran chico y sé que cuidaras bien de ella – Sonriendo, puso su mano derecha sobre el hombro de Shota.
Después de su charla con su nuevo amigo, Mio se sentía algo mas animada pero las dudas aun persistían en sus pensamiento. Quería saber más de ellos, de que se trataba todo esto y lo que más le intrigaba ¿Qué clase de personas eran sus amigos y Haru? En ese momento recordó el estante viejo de la biblioteca, donde se encontró con Haru hace tiempo por su trabajo, allí había visto libros bastantes antiguos que podrían servirle para informarse. Sin pensarlo, su próximo destino era buscar sobre vampiros.
Paso el resto del día en la biblioteca buscando información, estaba tan concentrada que no le importo salarse sus clases, pero esto preocupaba a sus amigos que no la vieron en todo el día.
Finalmente había encontrado dos libros viejos sobre la antigüedad que hablaba sobre hombres lobos y principalmente de vampiro, allí esperaba responder varias de sus incógnitas. En el otro, encontró algo parecido sobre lo que posiblemente era ella, la virgen pura. Pero la campana del almuerzo la interrumpió, dándose cuenta que había estado medio día metida ahí, sin ir a clases o a los recesos intermedios.
Tomo los libros y los pidió prestados, luego se dirigió a su salón para guardarlos en su bolso y comer algo antes de la próxima clase, ya no faltaría a las que les restaba, aprovechando para leer tranquila en su casa acompañada de Izumi, la única amiga en quien sentía que podía confiar ahora.
En el camino choco con Hiroshi, a quien ignoro y siguió su camino sin importarle ni pedirle disculpas. Él se sintió muy dolido y culpable, quería poder hablar con ella y explicarle bien las cosas aunque sentía que aun no era el momento.
Mientras Mio entraba al salón vacío, el reflejo del atardecer le dio en sus ojos cegándola un poco, lo que le hizo pensar ¿Los vampiros pueden andar bajo el sol? Y las dudas seguían acumulándose, esperando responderse muy pronto. 
Tomo su almuerzo y se dirigió al comedor sin buscar compañía, solo ella y sus pensamientos mas profundos, se sentó en una mesa junto a la ultima ventana del inmenso salón con la mirada perdida y sin reacción alguna. En ese momento apareció Tomoyo, la joven loba, con su bandeja entre manos y se sentó frente a ella. Seri y con vos imponente le pregunto - ¿Por qué eres tan cobarde? – Comenzó a comer sin mirar a Mio.
Esta estaba sorprendida - ¿Perdón? ¿Me hablaste? – No sabía quien era y que quería con ella, aunque ya nada la sorprendía lo suficiente últimamente.
– Eres Mio ¿Verdad? – La miro con seriedad y apenas sonrió – Soy Tomoyo, amiga de Shota y lo ayudare a cuidarte.
– ¿Cuidarme? No hace falta que hagan algo que no quieran, no soy una niña.
Soltó una risa – Que boba, tan amable… No es lo que tu quieras es lo que nos ordenan y debemos cumplir, acéptalo como quieras – Tomo su bandeja preparándose para irse.
Pero Mio la detuvo – Espera – Estaba apenada – Perdón por tratarte de ese modo, es que estoy algo confundida y no entiendo nada. Yo… No sé que sentir al respeto.
– Eres patética, débil – Shota apareció tras ella.
– TOMOYO – La miro serio – Ya déjala en paz y no necesito de tu ayuda.
Esas palabras la enfurecieron – Me lo ordeno la directora, seré tu compañera quieras o no – Miro seria a Mio y se fue sin mas que decir.
– Perdónala – Se disculpo Shota con Mio – Nos conocemos desde niños por eso tanta confianza entre nosotros y la conozco mejor que nadie, es común tener ese carácter.
– No pasa nada, en realidad ella tiene razón. Soy tan débil, tan cobarde… - Suspiro.
– Vamos, no habíamos levantado tu animo hace unas horas – Sonriendo – Yo no creo que seas asi, solo estas algo confundida, todo esto es nuevo para ti.
– En verdad gracias, creo que eres el único en quien puedo confiar en este momento.
– Ya veras que los motivos de tus amigos no fueron por hacerte mal, tal vez te protegían de algo que no era para ti hasta verte involucrada en esto… Bueno, bastante involucrada – Riendo.
Mio sonrió finalmente – Tienes razón, tratare de informarme mas al respecto y luego hablare con ellos.
El día había terminado sin que Mio hablara con sus amigos, lo que los puso muy tristes, principalmente a Haru.
De regreso a casa, Mio iba pensando que descubriría en esos libro y que tanto de eso seria cierto. Izumi la esperaba para comprender las cosas juntas, ya sabía el día duro que su amiga había tenido que pasar y quería levantarle el ánimo.
Cuando Izumi vio entrar a su amiga salto a la cama - ¿Cómo estas Mio? – Sonriendo.
– Mejor – Por fin sonrió – Aquí están – Le mostro los libros con una sonrisa – Me tomo mucho tiempo encontrarlos – Soltó una risa leve.
– Me gusta verte sonreír, quiere decir que tu ánimo esta mejorando – Sentándose en su regazo.
Pasaron el resto de la noche leyendo juntas e investigando mas en internet, solo descansaron para la hora de la cena donde su abuela la hizo reír bastante. Finalmente ya animada del todo, continúo con Izu su investigación, encontrando solo datos mitológicos y bastantes conocidos. No era mucho pero de algo le servía saber que era un vampiro, como se alimentaba y su relación con el sol.
Según esos libros, era un ser que a cambio de la vida eterna, belleza y habilidades de control mental, entregó su alma pero con un pequeño castico o precio aparte, debería chupar sangre para mantener su energía o solo seria un cadáver viviente que nunca moriría. Viviría en huesos y decrepito como un cadáver, pero nunca moriría. 
Algunos vampiros eran dotados de dones especiales, como leer la mente y poder transformarse en ciertos animales como gatos, cuervos o murciélagos. A estos se los conoce como vampiros de linaje, ya que nacieron de dos vampiros, a diferencia de los que son convertidos, que solo manejan el control mental en humanos. Los de linaje, el que tenga mas edad puede utilizar el control mental con vampiros no solo con humanos y su fuerza es más superior.
El sol no los mataba pero si los debilitaba y a los recién convertidos les provocaba una especie de ampollas durante las primeras semanas hasta que su cuerpo se adaptara.
Los crucifijos o el agua vendita no le afectaban en lo mínimo, pero si una extraña flor que se desconoce de su existencia la cual les provocaba una inmensa debilidad y los privaba de su control mental. Una extraña flor que crese entre dientes de ajo, era cosechada en la antigüedad por los granjeros para proteger a su ganado y familias de ataques animales que ellos desconocían pero encontraban siempre los cadáveres sin sangre con marcas en su cuello. 
Después de haber leído e informado más acerca del tema, Mio decidió que ya era hora de enfrentar a sus amigos pero sentía que aun no estaba lista para hablar con Haru. Ni ella misma entendía el motivo de porque estaba tan enojada y molesta con el, por eso quería estar mas calmada al momento de hablarle decidiendo que por ahora ese momento no había llegado aun.
A primera hora de la mañana, se encontró con el salón vacío y tras de ella entraba Hisako con su cara de amargura y destrozada por sentir que le había fallado a su amiga. Mio decidió saludarla primero lo que la dejo sorprendida y sin palabras a la joven vampiro.
Mio la miro fijo y fue directa – Quiero saber todo, y quiero que me lo espliques si es que realmente nuestra amistad es verdadera – Las lagrimas en los ojos de ambas comenzaron a notarse.
– Mio, yo…
– No quiero discursos… - Una lagrima mojo su mejilla – Por favor, solo dímelo…
Hisako no pudo soportar sus impulsos y abrazo a su amiga. Juntas lloraron como dos niñas, pero con un sentimiento fuerte de amistad, ambas sabían que ya no habría más secretos.
Después de ese emotivo momento se miraron y rieron como señal de perdón, luego Hisako le contesto todas las preguntas que estaban a su alcance. Le conto de su familia, de su linaje de vampiros y el rango, ya que si eres hijo de vampiros tu sangre es pura pero solo crecerás hasta los 18 años de edad donde tu vida corporal se estancaría, llamados “vampiros reales”. Aunque quedaban muy pocos de ellos, otra familia conocida era la de Haru. Luego estaban los vampiros convertidos por otro, como Hiroshi, el cual tendría la edad en que fue transformado y se llaman “vampiros bajos”, estos no pueden tener hijos ni aunque se relacione con vampiros reales.
Después se clasificaban según su alimentación, vampiros activos como Takano, quienes se alimentan de sangre humana directamente de su victima; después los vampiros vegetarianos, que se alimentan de sangre animal o roban del banco de sangre como Haru; y por ultimo, los vampiros inactivos, que toman un liquido parecido a la sangre creado por las brujas, pero como no es suficiente deben comer mucha comida humana y ser vampiros bajos, si fuera uno real se debilitaría muy rápido y no podría salir a la luz del sol por las fuertes quemaduras que le provocaría al estar mal alimentado. 
Mio se sorprendía cada vez mas con lo que descubría, pero aun le faltaba saber mas sobre ella. Hisako le explico que ella mucho no sabia del tema, que ella solo servía sus superiores y no tenia idea que Mio era la virgen por eso en el momento que se entero sus lagrimas no aguantaron y la tristeza la invadió por completo. Pero aun asi, como pudo, le explico algo sobre el tema aunque agrego que debía hablar con la directora y ella se encargaría de sacar todas sus dudas.
El enojo se fue y las mentiras desaparecieron, la amistad entre ambas volvió y de repente Hiroshi llamo a la puerta. Cuando Mio lo vio le pidió disculpas y lo abrazo.
– Quien debe disculparse no eres tu, Mio – Abrazándola también – Nosotros debimos confiar en ti aunque no fueses la virgen. Eres nuestra amiga y debías saberlo, saber que somos.
Mio le sonrió – A veces hay cosas que son difícil de decir y llevan tiempo. No te preocupes – Provocando que el sonriera.
– Ahora sabes lo que somos, por eso no quería que te relacionaras con… - Hisako le pega un codazo y el la mira serio, pero decide que es mejor callar esas palabras – De todos modos lo has tomado bien – Sonrió.
– No es que me vayan a chupar la sangre, verdad? – Comenzó a reír.
– Mmm, no se. Tengo algo de hambre – Dijo Hisako haciendo que Mio se estremeciera – Es un chiste – Riendo – Soy un vampiro vegetariano.
– Otra vez con esos títulos ridículos… Pff – Serio agrego Hiroshi.
– ¿Tu que eres? – Pregunto Mio.
Sorprendido – Ahh… No le hagas caso, son cosas ridículas – Se sonrojo y aparto la mirada.
Hisako no paraba de reír – El odia a los vampiros y le da vergüenza decir como es – Lo miro – Es como yo, no te preocupes – Sonrió.
– Espero que algún día puedas contarme tu historia, Hiroshi. – Mio lo miro y le sonrió. Él se quedo algo inmóvil pero algo feliz y sonrojado. Parte de su humanidad había regresado y era gracias a Mio.
Hisako interrumpió el lindo momento, acompañada de la campana de clases – Creo que ya debes irte Hiroshi – Empujándolo fuera del salón – Luego debemos llevar a Mio con la directora, debe de sacarse unas cuantas dudas mas – Sonrió.
– Oh, claro. Las veo después – Empujo a Hisako y se fue después de sonreírle a Mio. Las jóvenes volvieron a sus asientos y la clase dio comienzo.
Mas tarde ese día, Hiroshi le informo a la directora de la charla que su amiga deseaba tener, como esta acepto amablemente, él se encargo de comunicárselo a Mio durante el almuerzo. Esta charla seria después de clases, lo cual la ponía ansiosa y curiosa.
Durante los recesos tuvo oportunidades en la que su mirada se cruzo con Haru, pero ella solo lo ignoraba haciéndolo sentir como un demonio mentiroso, pero como el sentía algo muy fuerte por ella la entendía y seguía soportando ese dolor con esperanza de que todo mejorara pronto.

 
La tarde había llegado, y los rayos del sol tiñeron de color anaranjado los pasillos de la escuela casi vacía. Los estudiantes se preparaban para regresar a sus hogares, aunque algunos aun debían permanecer en el edificio por distintos motivos como clases extras o deportes.
Los amigos de Mio tenían practica de piano, asi que estarían esperándola para cuando su charla con la directora terminara.
Mio, segura, contaba con apoyo de sus amigos asi que sus temores y nervios se fueron. Solo curiosidad por lo que le esperaría, camino hacia la dirección.
Atravesó el patio trasero para cortar camino, pero para su destino dos caminos se cruzaron. El joven Haru se encontraba regresando del gimnasio y se topo de frente con ella.
Sin palabras que decir, Mio decidió ignorarlo pero la voz que había dentro de el no aguanto y salió – Espera – Algo apenado y nervioso – Mio, yo…
Sin que terminara de hablar, ella volteo seria – No, no esperare… - Las lagrimas no aguantaban en salir.
– Yo iba a decirte, esa noche. Por eso te lleve conmigo, no tenia idea de que fueses la elegida – Mio no quería escuchar mas y comenzó a caminar, pero el la detuvo y la tomo del brazo – Por favor, no me ignores… Eso me mataría – Las lagrimas en ambos estaban por explotar.
– No puedo…
– Ya te dije que no quería mentirte…
– No es por eso – Soltó su brazo de golpe y las lagrimas comenzaron a salir – Eres… Eres un vampiro, como… Como puedo enamorarme de alguien que nunca va a envejecer? 
– Mio… 
– Lo siento, no soy tan fuerte – Salió corriendo y llorando, dejando un corazón muy herido tras ella.
Haru no aguanto más, las lágrimas mojaron sus mejillas y su corazón estaba por estallar de tristeza. Las cosas estaban complicándose, lo peor era que ambos YA ESTABAN ENAMORADOS… 

~CONTINUARA~

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