miércoles, 11 de abril de 2012

Sacrificio para la Perfección - Capitulo II



Capitulo II: Miradas peligrosas.

El calor del verano había terminado, dándole bienvenida al frio de otoño y hojas cecas por doquier. Los arboles se estaban desnudando, dejando sus hojas a sus pies de colores opacos hasta amarillo. Estaba más fresco, el viento lograba levantar las hojas para que estas jugaran en el aire. Crujiente y de colores, adornando las calles de la ciudad.

Mio estaba concentrada en sus estudios y en la practica de violín, ya que los primeros exámenes se acercaban y quería estar mas que lista. Su abuela disfrutaba cada vez que Mio ensayaba, era como un mini concierto privado solo para ella. Después de que Mio presento a Hisako y Hiroshi a su abuela, iban casi todas las tardes por las deliciosas meriendas y la agradable compañía que su abuela les ofrecía. Asi, que Hiroshi decidió llevar un piano para ensayar junto a Mio, y asi darle un gran espectáculo a su abuela, quien les preparaba una deliciosa merienda y algunos días, cena.
Los tres se estaban volviendo muy buenos amigos, incluso también con la abuela de Mio, pero había una persona que no se daba mucho a conocer y esto hacia que Mio despertara interés en ello. Es persona era Haru Hiroki, el chico mas popular y extraño de la academia. Su gran atractivo, lograba atraer la atención de casi todas las estudiantes, incluso Hisako y al principio Mio. Aunque Mio, ahora tenia otro interés, ya que sabia que nunca podría tener una posibilidad con un chico asi, pero quería saber mas de él y sobre tanto misterio que este despertaba en los demás. 
Mio lo observaba cuando podía, pero temía ser atrapada asi que trataba de disimular lo mas que podía. La semana de exámenes llego, y Mio estaba preparada para enfrentarla, nunca se rendía aun que solo faltaba conseguir una sola meta, que era que Haru notara su presencia y supiera de ella. No quería ser como un fantasma, un nada para el, quería ser notada. El problema era que no sabía como hacerlo, asi que todas las noches le pedía consejos a Izumi, su confidencial y mejor consejera. 
Izumi, recostada sobre la cama – Mmm, asi que quieres ser notada por un chico ¿Y me pides consejos a mi? – Sonriendo.
Mio – No te burles, es que ya no quiero ser invisible – Se recostó en la cama y suspiro – No se si me guste, pero es muy lindo y no quiero ser como las demás que andan tras el sin siquiera ser reconocidas, solo son algunas del montón. Yo quiero que el me note, y no ser yo quien este tras el como un espía o una lunática que anda tras sus pasos.
Izumi – Vaya, si que pides demasiado. No dijiste que es el chico mas popular, hacer que él se fije en ti es muy difícil.
Mio – No seas cruel, quiero… Quiero – Se tapo la cara con la almohada – Ni siquiera se lo que quiero – Grito molesta.
Izumi – Mira, no es de mala, pero si no te gusta no deberías de pensar en ser notada. Primero empieza aclarando lo que sientes, y luego haría eso que dices.
Mio - ¿Tu crees, Izu? – Descubriendo su cara.
Izumi – Pues claro, debes saber que sientes – Sentándose en la falda de Mio – ¿Me acaricias? – Abriendo sus hermosos y brillantes ojos con ternura. Mio no pudo resistirse y comenzó a acariciarla. Izumi comenzó a ronronear, y miro la cara de Mio, y al notar su preocupación quiso consolarla – Si descubres que sientes y quieres ser notada, yo usaría algo en lo que me destaque y sea buena – Sonriendo - ¿Entiendes? Mostrando lo mejor de mí.
Mio se quedo pensando, y algo en su pecho despertó, gracias a Izumi tenia algo en que pensar y decidir sobre que hacer.
Al día siguiente fue a clases decidida en aclarar esos sentimientos confusos sobre Haru, quería asegurarse que no fuese solo por su cara bonita, si no que algo mas. 
Después de la primera clase, Mio se fue a su ensayo de violín y mientras tocaba pensaba y pensaba, perdiéndose totalmente en sus pensamientos. En ese momento de transe, alguien entro al salón, Mio no se dio cuenta y seguía tocando como si nadie estuviera ahí. Al finalizar su ensayo alguien comenzó a aplaudir, Mio se asusto de la sorpresa y volteo rápidamente a ver de quien se trataba. Cuando lo vio, sus ojos se abrieron muy grandes y estaba muy sorprendida de que la persona que estaba allí, escuchándola, era Haru. 
Haru sonrió – Tocas muy bien, tu música es tan lida. Lograste que me encontrara con mi yo interno, y créeme que hace mucho que no lo hacia.
Mio estaba helada, casi no le salían las palabras – Ehh… Ehh… Yo…Yo – No lograba formar una frase, de los nervios que tenia – Es decir, gracias por… Por lo que dijiste.
Haru comenzó a reír – Eres cómica, pero no mentí, tocas muy bien.
Mio sonrió – Me alegra que te guste, es decir… Es lindo que la guste a la gente como toco… Bueno… Yo, yo no se… No sé que decir.
Haru no dejaba de reír – En serio, eres graciosa – Sonriendo – Me llamo Haru Hisako.
Mio esta muy feliz – Ehh, yo me llamo Mio Nanami – Le sonrió.
Haru – Me caes bien, nos vemos luego, Mio – Sonrió y se marcho.
Mio no aguantaba las ganas de gritar, quería salir corriendo y contarle a Hisako. Cuando esta la vio, se asusto al verla tan acelerada.
Hisako – Mio, tranquilízate ¿Qué te pasa?
Mio – Es… Es… Es… - Alterada – Yo… Yo… Haru.
Hisako – Cálmate, y respira profundo. 
Mio – Haru me escucho tocar mi violín, y le gusto.
Hisako sonrió – Eso es asombroso, él siempre me escucha tocar pero nunca dijo nada al respecto. Ni siquiera me dirigió la palabra – Riendo.
Mio – Eso esta mal ¿Por qué ríes?
Hisako – Por que fui yo que nunca me atrevía a hablarle, asi que tu no hagas lo mismo Mio – Sonrió – Ahora que él sabe que existe, el siguiente paso es acercarte mas a el – Sonriendo.
Mio - ¿quieres ayudarme? – Sonriendo.
Hisako – Claro, a mi beneficio obtendré más sobre tanto misterio. Pero no le digas a Hiroshi de nuestro plan – Sonrió – Recuerda que es algo malhumorado, y no le cae muy bien Haru.
Mio – Tienes razón, no le diremos ¿Pero que planeas ahora?
Hisako – Tengo muchas ideas en mente, lo primero, es que debes saludarlo cuando lo veas en las mañanas y si lo ves a las salidas debes saludarle. 
Mio – No se si seré tan valiente para eso – Dudando - ¿Crees que pueda?
Hisako – Si podrás, no seas cobarde. ¿No quieres acercarte mas a el? – Sonriendo – Es tu oportunidad, no la desperdicies.
Mio – Mmm, lo pensare – Riendo – Esta bien, lo saludare pero tu también lo harás conmigo – Sonriendo – Asi el sabrá de ti también.
Hisako – Eres cruel – Riendo – esta bien, lo hare.
Después de una semana, Mio no se había atrevido a saludarlo, pero cuando el la veía le sonreía. Lo que ponía muy feliz a Mio, y cada vez mas se daba cuenta que Haru le estaba gustando.
Un día, cuando las clases ya habían terminado, Mio fue a la biblioteca por unos libros que necesitaba, antes de marcharse a casa.
Ya estaba atardeciendo, y no quedaba casi nadie en la escuela, se veía algo distinta. Mas tranquila, con menos ruidos.










Al entrara a la biblioteca, comenzó a buscar su libro por todos los estantes pero no lograba encontrarlo. Según la bibliotecaria quedaban dos copias y estaban ahí, asi que debió seguir con su búsqueda ya que los necesitaba para un trabajo. Siguió y siguió hasta que en uno de los rincones más oscuros del salón había un pequeño estante lleno de libros viejos, y ahí fue donde lo encontró. Era un libro bastante viejo y estaba deteriorado, pero era el que la profesora de historia les había pedido asi que se lo llevo. Pero antes, algunos libros de esos estantes llamaron su atención, libros tan viejos como el que tenía pero había algo peculiar en ellos. Estaban como forrados con un cuero rojo, rojo como la sangre, y estaban completamente lleno de tierra y tela araña. Mio se acercó y los soplo, lo que provoco que le polvo saliera volando por todas partes y Mio comenzó a toser de tanta tierra que salió. Uno de os libro estaba mas descubierto, asi que lo tomo y leyó el titulo de este. El cual era “Sacrificio para la perfección”, a Mio le llamo mucho su atención y decidió abrirlo. Alcanzo a leer la primera página, que decía algo sobre los caballeros de la noche, o como mejor los conocía, “vampiros”.
En ese momento, Mio recordó a su gatita, Izumi, ella fue mordida por un vampiro. Este libro despertó curiosidad aun mas en Mio, y comenzó a pasar las hojas, encontrando imágenes raras de grupos de personas alrededor de un altar, y en él había una joven, una joven a la que iban a sacrificar. Le pareció algo tenebroso, pero alcanzo a leer al pie de la foto, algo de una virgen. El sacrificio de una virgen para lograr una raza perfecta. 
Mio quería leer mas, pero en ese momento en que estaba leyendo, alguien toco su hombro. Esto provoco que ella se asustara y gritara.
Detrás de ella esta Haru, que con una sonrisa la saludo – Hola ¿Qué haces? – Quien se quedo mirándola en espera de una respuesta.
Mio cerro rápidamente el libro y lo devolvió al estante, ya que no quería que pensara que era rara como para estar leyendo sobre esas cosas – Haru, digo… Hola – Nerviosa.
Haru - ¿Estas bien? Si te asuste, lo siento. Yo no quería – Le sonrió.
Mio lo miro con tranquilidad, estaba muy feliz de poder estar hablando con el en ese momento – No fue nada, yo era la que estaba algo distraída. Los siento, 
Haru - ¿Y que haces? – Viendo el libro que ella llevaba en sus manos - ¿A ustedes también le pidieron ese libro? – Sonriendo.
Mio – Si, digo ¿Vas a cuarto año también?
Haru – No, claro que no. Ya voy a quinto, pero el año pasado me pidieron exactamente el mismo libro. Se ve que los profesores son anticuados – Riendo.
Mio sonrió – Supongo – Sin poder dejar de mirarlo - ¿Y tu que venias a buscar? Si se puede saber, no quiero parecer entrometida – Riendo.
Haru sonrió – No eres eso, si nos estamos conociendo. Podríamos llamarnos pre-amigos – Riendo – Emm, salvo que yo no te caiga bien.
Mio – No, no. Me caes muy bien, no es eso – Riendo.
Haru – Entonces ¿Amigos? – Le dio la mano.
Mio sonrió – Amigos – Dándole la mano también.
Haru – Que bien, yo estaba buscando unos libros de la primera guerra. Tengo deberes de eso para mañana y no logro encontrar nada aquí.
Mio – En serio, mi abuela ama historia y tiene una biblioteca llena sobre eso – Sonriendo – Tiene todo menos este viejo libro que me piden – Riendo – Aquí piden libros muy raros, pero de los normales tengo en casa, si quieres puedo traerlo mañana.
Haru – Eso seria muy amable, pero debo hacerlo esta noche – Sonrió.
Mio – Oh, si, es verdad – Riendo – Lo siento, ojala pudiera… Perdón.
Haru sonrió – Me agradas Mio, eres buena persona. De todos modos gracias, seguiré buscando algo aquí, total debo quedarme a la práctica de piano hoy.
Mio – Oh!! Entonces puedo traerte el libro para cuando salgas.
Haru – No seria mucha molestia.
Mio –No, para nada. Vivo cerca de aquí, no te preocupes – Sonriendo – Tu ve a tu clase y cuando salgas estaré aquí con el libro.
Haru – Mmm, si tu dices. De acuerdo – Sonrió – Luego te recompensare por este favor, no te preocupes – Sonriendo.
Mio – No hace falta, me gusta ayudar – Sonriendo.
Ambos salieron de la biblioteca y se despidieron, Haru se fue a su clase y mio fue por el libro. Ella estaba muy contenta, la alegría que llevaba era increíble. Quería gritar y esparcir tanta felicidad, quería que el mundo entero lo supiera, pero prefirió correr a casa por el libro y asi volver a ver el hermoso rostro y sonrisa que Haru tenia. 
Mio había comprendido que gustaba de el totalmente, ya sabia cuales eran sus sentimientos y ahora lucharía por ellos. No quería apresurarse y romper con la buena amistada que estaba logrando, pero no iba a darse por vencida tan fácilmente. 
Cuando llego a su casa entro corriendo, asustando a su abuela y a Izumi que estaba recostada en el sillón de la sala. Subió las escaleras directo a su habitación y tiro su mochila, luego bajo ala sala donde estaban los libros. Tomo el que necesitaba y volvió a salir corriendo por la puerta.
Su abuela no entendía nada – Mio ¿A dónde vas?
Mio, ya a lo lejos, le grito – Ya vuelvo, debo dejarle el libro a alguien en la academia – Sonriendo – No te preocupes, enseguida vuelvo.
Una vez que llego a la academia, entro corriendo hacia el salón de piano. Al llegar, noto que aun estaban en clases, asi que tomo asiento afuera, en uno de los bancos de madera y espero hasta que la clase finalizara. 
Cuando esta termino, Mio se puso de pie en espera de Haru. Todos los estudiantes salieron antes que el, ella aun lo esperaba. Por ultimo, salió Haru, hablando con su profesor sobre un futuro concierto en el cual le ofrecían un puesto en el piano.
Mio no quiso escuchar, pero estaba ahí cerca. Cuando Haru finalizo su charla con el profesor, se puso feliz al ver a Mio ahí parada, con el libro en sus manos como ella se lo había prometido.
Haru – Viniste – sonriendo.
Mio – Lo prometí – Le sonrió – Toma, es el mejor libro del mundo.
Haru – Si tu me lo das, pues claro que lo es – Tomo el libro y sin querer rozo la mano de Mio, lo que hizo que esta se sonrojara.- ¿Estas bien?
Mio – Ehh… Si, si. Es por que corrí, me dio calor.
Haru – Perdón, hice que corrieras – Preocupado.
Mio – No, no, no. En serio, estoy bien. No fue nada – Riendo – Es que quería llegar temprano a buscar el libro a tiempo, no fue nada.
Haru – Gracias Mio – Sonriendo – Mañana te lo devolveré, y dale las gracias a tu abuela también – Gurdo el libro en su bolso.
Mio – Oh! Ai, lo hare – Sonriendo.- Ah, y puedes tenerlo cuanto quieras, no hay problema.
Haru – Que linda – Sonriendo – Bueno, debo irme asi termino esto – Suspiro – Es bastante, asi que me espera una larga noche – Riendo.
Mio – Umm! Si, nos vemos mañana entonces.
Haru sonrió – Claro, nos vemos Mio – Se marcho.
Mio estaba tan feliz que ya quería que fuese mañana, volvió a su casa muy contenta volando en su imaginación y felicidad. Al llegar, Izumi le pregunto donde había estado y porque salió corriendo de esa manera.
Mio – Ehh!? No fue por nada, Izu – Sonriendo.
Izumi – Mmm, no me digas que fue por ese chico que te gusta.
Mio se sonrojo - ¿Y si lo fue que? – Riendo.
Izumi – Eres extraña – Riendo - ¿Por qué fue?
Mio – Le preste un libro, eso es todo.
Izumi – Asi que ya sabe que existes.
Mio – Si, y fue increíble. Como tú lo dijiste, me escucho tocando el violín y le encanto. 
Izumi – Te lo dije, soy la mejor.
Mio la alzo y la abrazo muy fuerte – Si, si lo eres. Te amo Izu – Muy contenta – Gracias, gracias. En verdad, gracias – Riendo de alegría mientras daba vueltas en su habitación.
Izumi se estaba mareando, pero no podía soltarse – Mio, Mio… Ya para por favor – Gritaba – MIO, PARA YA – Muy mareada a punto de vomitar.- MIO VOY A HACERTE DAÑO.
Mio la soltó en su cama – No, ya esta – Riendo – Lo siento Izu.
Izumi estaba tan mareada que se recostó y agarraba su cabeza, las coas a su alrededor daban vueltas sin parar – Me la pagaras Mio.
Mio – Lo siento – Riendo.
Al día siguiente Mio se despertó muy contentas, y con más ansias, que lo normal, para ir a la escuela rápido. Su abuela la noto bastante contenta, y ahí es cuando supo que su nieta estaba enamorándose.
Abuela – La juventud – Mientras le entregaba al almuerzo a Mio, que ya salía corriendo.
Mio - ¿De que hablas? – Riendo – Nos vemos en la tarde, ya me voy – Le dio un beso en la mejilla y partió.
La abuela la miro partir y sonriendo – Recuerdo esas épocas, y esos sentimientos tan hermosos – Riendo, volvió a ingresar a la casa.
Cuando Mio llego, lo primero que hizo fue buscar a Hisako y contarle todo lo que le había pasado. La busco por todos lados, hasta encontrarla.
Por fin la encontró, estaba en el jardín bajo unos arboles leyendo un libro. Mio no aguantaba las ganas, que comenzó a gritar su nombre ya desde lejos, lo que llamo la atención de Hisako. Muy asustada la miraba sin comprender que e pasaba, parecía loca asi que comenzó a reír sin poder parar. Dedujo que algo la había pasado, y el que relacionaba en eso era a Haru.
Hisako – Mio, cálmate y respira – Sonriendo – Asi podrás contarme y yo podre entenderte – Riendo ahora, le dijo que se sentara asi comenzarían a charlar.
Mio – No sabes lo que me paso ayer – Sonriendo.
Hisako – Por tu forma de actuar, pienso que Haru tiene que ver algo en esto ¿Verdad Mio? – Curiosa por saber.
Mio Sonrió –Si, si, si, si – Estaba muy contenta – Nos encontramos en la biblioteca por la tarde, y comenzamos a charlar. 
Hisako – Eso es increíble – Muy contenta y emocionada - ¿Y? Dime, dime ¿Dime que mas paso Mio? – Sonriendo.
Mio – Me dijo que era muy buena chica, y que quería ser mi amigo – Con una enorme sonrisa en su rostro – Luego el necesitaba un libro, entonces recordé que mi abuela lo tenia y volví a casa por el. Después se lo entregue y él se puso muy contento, me agradeció por eso.
Hisako – Woow, ya esta – Sonrió – Ahora solo debes conquistarlo – Riendo - ¿Y que mas te dijo? ¿Eso fue todo?
Mio – Mmm, dijo que hoy me devolvería el libro.- Pensando – Ahh! También dijo algo mas ayer en la biblioteca, después de que le dije que le tiraría el libro.
Hisako - ¿Qué? ¿Qué dijo?
Mio – Que luego me lo compensaría, o algo asi – sonrió.
Hisako – ESO, si que es increíble.
Mio – Ahh!??
Hisako – Que tal si te recompensa con una cita, o un beso – Riendo – Imagínate cual seria esa recompensa. Se me vienen tantas cosas a la mente.
Mio se sonrojo – Basta! – Apenada – No me dará ese tipo de recompensa.
Hisako - ¿Por qué no? – Le sonrió – Si eres muy bonita, si yo fuese un chico te besaría sin pensarlo – Comenzó a reír sin parar.
Mio la empujó – Oye, me apenas.- Sonrojada mas aun – Y no soy bonita, para nada – Suspiro - Nunca nadie se fijo en mi.
Hisako – No seas tonta, claro que eres bonita. A demás tienes muchas mas cualidades, Mio – Sonriendo – Si nadie se fijo en ti, es por que pensaban que no estaban a tu alcance. Créeme – Le guiñó el ojo – Haru se fijo el solo en ti, sin que hicieras nada ni lo siguieras como las demás, asi que eso debe significar algo.- Sonriendo.
Mio – Pero…
Hisako – Vamos, anímate. No digo que se enamore de inmediato de ti, pero una amistad es u buen comienzo – La abrazo – Con el tiempo podrán conocerse mas, y de seguro quedara enamorado de ti, y si no lo hace entonces no te merecía. Y algún día esa persona especial aparecerá frente a ti. Lo digo en serio, eres mi amiga Mio – Sonriendo.
Mio – Que lindas palabras, gracias Hisako – Se lanzo sobre ella para abrazarla – Sin duda eres la mejor, me gustan tus consejos y los de Izu.
Hisako - ¿Izu no es tu gata?
Mio – Ehh… Esto… Si, si. Es mi gata – Riendo nerviosa – Pero una amiga de mi vieja escuela se llamaba Izumi también, y ella era mi antigua consejera. Aunque ahora ya no nos vemos casi nada, vivimos muy lejos – Nerviosa.
Hisako – Ahh – Sonrió – Por eso le pusiste asi a tu gatita, por que extrañas a tu amiga que ahora viven lejos ¿Verdad? 
Mio – Si, es por eso – Sintiéndose aliviada, ya que había metido la pata y casi descubren el secreto de Izu y ella. Aunque cada vez mas, Hisako y Mio se hacían muy cercanas, asi que ya había estado pensando en contarle sobre eso en un futuro. Pero antes debía consultarlo con Izu, su gatita vampiro, o mejor dicho Nyanpire.
Por la tarde, cuando Mio salió de la clase de educación física, se topo con Haru, que la estaba esperando para devolverle el libro que ella le había prestado el día anterior. Muy agradecido, se acercó con el libro en la mano.
Haru – Aquí lo tienes – Sonriendo – Muchísimas gracias, tu libro me salvo.
Mio sonrió – No fue nada, menos mal que te sirvió.
Haru – Si, y prometo compensarte o devolverte el favor, ya que mi vida dependía de ese ensayo – riendo y agradecido.
Mio – Esta bien, pero no te preocupes.
Haru – Debo irme a mi próxima clase, después nos vemos y arreglamos algo ¿si? – Le sonrió y la saludo con un movimiento de su mano mientras se alejaba.
Mio – De acuerdo – Devolviéndole el saludo a lo lejos.
Hisako apareció tras ella - ¿Qué fue eso? – Muy emocionada y deseosa del chisme.
Mio - ¿Lo viste?
Hisako – CLARO QUE SI – Contenta.
Mio – Quiere arreglar algo para después, esto es lo mejor que me ha pasado con un chico hasta ahora – Muy emocionada.
Hisako – Es como una cita – Sonriendo – Debes verte muy, pero muy sexi. Asi lo atraparas por completo.- Riendo.
Mio – Espera, si ni siquiera hemos arreglado nada aun – Le sonrió – No seas tan ansiosa, que yo me contagio y después actuó como loca – Riendo.
Hisako – Es verdad, actúas como loca – Riendo.
Mio – Oye – Persiguiéndola por detrás, ya que había salido corriendo. Pero de tanto reír no podía correr muy rápido.

El fin de semana llego mas rápido de lo que pensaban, ya era domingo y hacia bastante calor como para estar aproximándose al invierno. Parecía una tarde de verano, era uno de esos días en que el clima se volvía loco. Pero como Mio no tenia deberes ni ninguna obligación pendiente, decidió pasar la tarde junto a su abuela limpiando y arreglando la casa. 
Habían dado vuelta toda la casa, dejando todo patas para arriba. Izumi estaba asustada de tanto lio que hacían las dos. Asi que decidió ir a dar un paseo por la ciudad, mientras Mio y su abuela terminaba la limpieza. 
Antes de salir le aviso a Mio, quien le dijo que tuviera cuidado y no volviera tarde. Izumi lo prometió y salió. Durante su caminata se encontró con varios lugares que reconocía antes de ser mordida por un vampiro. Lugares que le recordaban su vida de vagabunda y el abandono que sus antiguos dueños le había hecho. 
Por alguna razón, esos recuerdos eran muy dolorosos. Aun recordaba a su madre y hermanitos, junto a los que fue abandonada y separada de su madre, en una caja de cartón. Y de solo pensar en cual fue el destino de sus hermanos, la preocupaba y la ponía más triste. 
Pensar que ahora estaba junto a Mio, alguien que realmente la cuidaba, alimentaba y le daba todos su amor, eso si que la puso feliz. Por fin se sentía querida, no discriminada, ahora ya tenía un hogar junto a ella y a su abuela. Allí ella siempre estaría segura, y encontraría el amor que nunca antes le habían dado.
Camino bastante, pero al notar que el sol ya estaba apunto de ocultarse, Izumi decidió que ya era tiempo de volver a casa tal como le había prometido a Mio y no quería preocuparla. 
En su camino de regreso, paso por un almacén y al frente de este había una plaza, y fue ahí cuando lo recordó todo. La noche en que sufrió ese terrible accidente, cuando un coche la atropello y la lanzo hasta la calle del frente, en donde se arrastró hacia dentro de la plaza con sus últimas fuerzas, solo esperando la muerte. Pero también fue el comienzo de su nueva forma de vida, allí fue donde el joven vampiro le encontró. Agonizando en su lecho de muerte, este se compadeció de ella y le regalo el secreto de la vida eterna. 
Izumi solo pudo ver sus ojos y su rostro algo borrosos, pero aun asi lo recordaba, recordaba a su salvador. Ahora ella poseía la vida eterna, aunque parte de ello la ponía algo triste, ya que sus nuevos seres queridos eran mortales, y el hecho de verlas morir la atormentaban. Pero agradecía no estar muerta en este momento, ya que asi pudo conocer a Mio y establecer tan bella amistad.
Después de esa pequeña parada y un viaje a ese recuerdo, siguió su camino a casa. Y ahí es cuando lo vio, parado comprando en una tienda, tan brillante y esplendido, era el vampiro que la había convertido. Un joven muy apuesto, de ojos claros y cabello dorado. Incluso mucho más tractivo que Haru, era más llamativo, más carismático y sociable. Y a simple vista, se podía decir que mujeriego, ya que lo vio coqueteando a la cajera del negocio.
Cuando este salió, Izumi se escondió tras unas masetas, ya que aun no quería ser vista por el, no se sentía segura estando allí sola y no quería involucrara a Mio con vampiros. Después de que se alejó lo suficiente, Izumi volvió a su camino. 
Al volver, noto que ya era de noche y Mio estaba preocupada, asi que se disculpó y le conto de su pequeño viaje. Después de ver que toda la casa brillaba de impecable, cenaron y se fueron a dormir, fue ahí entonces cuando Izumi se puso a pensar por que ese joven vampiro había vuelto a la ciudad. Sentía la necesidad de investigar mas sobre el tema, asi que decidió seguirlo mientras Mio asistía a clases, para no preocuparla. 
Al día siguiente, cuando Mio ya estaba en clases, Izumi volvió a salir. Fue al lugar en donde lo había visto la noche anterior, pero no logro encontrarlo. Al día siguiente volvió a intentarlo sin éxito, y espero para el día después en donde si logro encontrarlo. Estaba otra vez en esa tienda, de nuevo intentando conquistar a la cajera, asi que espero a que saliera y luego lo siguió hasta en complejo de departamentos. Por lo visto estaba viviendo ahí, ya que era un joven mas o menos de 22 o 23 años, era lógico que viviera solo y mas por el hecho de ser un vampiro. 
Este entro en su departamento, asi que Izumi se fue por la parte de atrás para encontrar alguna ventana o algún lugar por donde espiarlo, pero sin conseguir nada de eso, espero en la entrada por si este decidía salir a algún lado. 
Paso media hora hasta que el vampiro volvió a Salí, Izumi lo siguió con cuidado. Después de tanto caminar, comenzó a darse cuenta que estaban llegando a la academia de Mio, y Izumi comenzó a preguntarse ¿Qué quería este vampiro en la academia? O ¿Qué buscaba? Asi que no dejo de seguirlo, entraron en la academia y se dirigió a la parte de la dirección. Izumi no pudo entrara al mismo salón, pero encontró una ventana por donde podía ver y escuchar muy bien. Se recostó y dispuso a ver y escuchar muy atenta. En esa sala se encontraba su vampiro, la directora y otras personas extrañas, por lo visto tenían una especie de junta.
La directora le hablo – Estamos aquí para hablar sobre la ultima noticia, que creo que ustedes saben muy bien de que hablo – Mientras caminaba alrededor de los demás – El augurio nos ha anunciado que la virgen pura ya fue seleccionada, y no se encuentra muy lejos. Nuestro deber es protegerla, sin que caiga en malas manos. Como sabemos el poder que esta posee o puede dar a poseer es increíble, y si cae en las manos equivocadas un caos puede desatarse en todo el mundo.
Izumi no entendía muy bien de que hablaban, pero lo que si entendió que esas personas de allí no eran simples humanos, y que por lo visto, el tema sobre la virgen era de suma importancia asi que decidió que investigaría mas sobre el tema.
Pero en ese momento fue descubierta por su vampiro, que después de verla la dijo a los demás presentes – Creo que hay un pequeño o pequeña fisgón aquí - Mirándola a los ojos – Debemos dejar esto para otro día, y yo me encargare de comunicar esto mi hermano – Se levanto y salió de la sala, Izumi se apresuró y salió corriendo de regreso a su casa.
Cuando Mio volvió, Izumi hizo de cuenta como que nada hubiese pasado. Mio la saludo y le conto sobre su día, como de costumbre y después de cenar se acostaron a dormir. 
Al día siguiente, Izumi decidió que volvería a la academia de Mio para asegurarse de las cosas que oyó, pero debía tener cuidado de no ser vista por Mio si no podría regañarla por salir sin avisarle. 
Mio salió, después de prepararse y desayunar, a la academia. Izumi espero que se alejara un poco, y salió tras ella. Al llegar al establecimiento, Mio se fue directo a su primer clase, donde se encontró con Hisako y entraron a su salón.
Izumi siguió de largo para seguir investigando sobre el tema que quedo pendiente ayer. Volvió a la dirección, pero no se encontraba nadie, asi que dio vueltas durante un largo rato.
Mientras tanto, Mio estaba con Hisako, aun hablando de Haru y cual seria su recompensa por la ayuda que Mio le dio hace unos días.
Mio - ¿Pero no entiendo porque dices que a Hiroshi le molestaría?
Hisako – Mmm, solo lo digo por que lo se – Riendo.
Mio - ¿Quieres decir que gusta de mi? – Alterada.
Hisako – No, para nada. Es que el es muy protector con las personas, y no quiere que le pase lo mismo que a el – Tapo su oca de golpe – No… No escuches lo último.
Mio – No entendí ¿Pasa algo? – Esas palabras que sin querer a Hisako se le habían escapado.
Hisako – No fue nada, solo… No escuches – Riendo mientras pensaba que algún día le contaría la verdad a su nueva amiga. – Solo no le digas, a demás esto es cosa de chicas.
Mio – Mmm, esta bien, no le diré. Pero eso fue raro – Riendo – Hablas como si fueses un vampiro.
Hisako - ¿De que hablas? – Sorprendida.
Mio recordó que era un secreto, no debía decirle a nadie aun que Izu era vampiro – Ehh… Nada – Riendo – Solo bromeaba.
En ese momento apareció Hiroshi, que volvía de su práctica de piano. Y de solo verlas, le basto para darse cuenta que andaban en algo raro, asi que fue directo - ¿Qué hacen? Ya meterán la pata en algo.
Hisako - ¿De que hablas? Nosotras somos unos angelito – riendo.
Hiroshi la miro – si claro, en especial tu Hisako.
Hisako – No seas cruel, Hiroshi.
Mio, riendo – No te preocupes Hiroshi, no hacemos nada malo.
Hiroshi – No se por qué eso no me conforta.
Mio – Eres cruel – Riendo, cuando entre los arbustos creyó ver a Izu corriendo - ¿Izu?
Hiroshi - ¿Izu? ¿Qué es eso?
Hisako – Es su gatita, espera ¿Por qué nombraste a tu gatita, Izu, Mio? – Confundida por la expresión que Mio llevaba.
Mio – Ehh! No, es que creo que la vi ¿Por aquí? Es raro que ella salga de la casa sin avisar.- Dirigiendo su mirada a los arboles.
Hiroshi - ¿Tu gata te avisa antes de salir? – Comenzó a reír – Mio ¿Estas bien? ¿Te golpeaste o algo hoy antes de venir?
Mio – AHH! – Había metido la pata – Ehh… No, no… Es un mal entendido – Riendo nerviosa – Me avisa de una forma que solo yo entiendo, señales de ellos. Como acariciarme o maullarme, de ese modo hablaba, no es que ella hable.
Hisako – Umm, estas loca – Riendo – Pero ahora entendí.
Hiroshi – Las dos están locas y no digo nada – Riendo ¿Y donde la viste? – Ayudándola a buscar - ¿Por allí? – Señalo a los arbustos.
Mio – Creo que paso corriendo, pero yo la buscare. No se molesten – Les sonrió y salió tras donde creyó verla.
Hisako – Mio, no te tarde. Después del receso tenesmos clase de deportes. 
Mio – Si, no tardare – Salió corriendo.
Hiroshi – Yo ya me voy, debo practicar piano.
Hisako - ¿Asi que irán como parte de la orquesta? Yu y Haru ¿Verdad? – Sonriendo mientras caminaba a su lado.
Hiroshi – Si, pero hay que practicar mucho. Ai que estos días tendré que verle la cara a Haru seguido.- Algo molesto.
Hisako - ¿Puedo preguntarte algo, Hiroshi? – Hiroshi asintió - ¿De donde viene tanto rencor que le tienes a Haru?
Hiroshi – Es algo personal, Hisako. No quiero que todo el mundo se entere, y mucho menos Mio. Ella no debe involucrarse con gente como el.
Hisako – Pero Haru es muy buena persona.
Hiroshi – Pero eso no cambia lo que es.
Hisako dejo de caminar y se puso seria – No cambia lo que somos, querrás decir.- Cambiando su mirada a una llena de tristeza.
Hiroshi – Por su culpa yo soy de este modo, y por el perdí a mi familia.
Hisako - Asi que los rumores son ciertos, la familia de Haru te transformo en lo que hoy eres y tu familia eran cazadores ¿Verdad?
Hiroshi – Ellos atacaron a mi familia, y me transformaron sin siquiera consultarme.
Hisako – Por lo que entendí, estaban en lucha porque ustedes cazaban vampiros y Haru te transformo en tu lecho de muerte.
Hiroshi – No debió hacerlo, tenía que preguntarme si yo quería esta clase de vida – Enojado – Más que clase de vida, muerte en vida. Esto es horrible y es lo que mas odio, por eso Mio no debe saber nunca de este cruel destino – Triste.
Hisako – Pero porque tu no quieras eso, no significa que todos piensen de ese modo.- La tristeza se notaba en sus ojos la recordar su pasado – Yo vivía en tristeza y sufrimiento, fui maltratada y nadie se preocupo por mi. Antes de morir fui salvada, y me gusta ser de esta forma, sin arrepentirme ni un segundo por más que haya personas que piensen que soy una deformidad o una atrocidad. Nadie sabe por lo que pase por esas épocas, ellos no lo saben – Llorando – No me importa si mi alma esta en el infierno, yo soy feliz ahora.- Las lagrimas no paraban – Y amo vivir con la vampiro que me transformo, y me salvo, ella si es mi madre y ninguna otra podrá remplazarla.
Hiroshi, la abrazo fuerte – Perdóname Hisako, fui criado con esta personalidad. Soy cruel, lo se, pero ya es parte de mi. Perdóname, en verdad no creo que seas una atrocidad, para mi eres la mejor pianista y una muy buena amiga. 
Hisako – Tal vez si abres mas tu mente aprendas a querer lo que eres, fue cruel que no te consultaran pero Haru lo hizo porque no quería verte morir. ¿Ustedes no se conocían de niños?
Hiroshi – Lo se – Suspiro – Pero… Espero poder olvidar, por ahora no quiero que Mio conozca este lado de mi, siento que ella es como mi pequeña hermana.
Hisako - ¿Ella murió esa vez?
Hiroshi – Todo paso por que mi madre decidió defender a los vampiros, y los otros miembros cazadores se molestaron y decidieron matarnos, decían que éramos aliados del demonio. Fueron tan crueles, destruyeron todo. El hermano mayor de Haru quiso transformar a mi hermana, pero ya era demasiado tarde. Su pequeño cuerpo no lo resistió. 
Hisako – Que crueles, como pudieron hacer eso y luego decir que los vampiros son demonios.- Consolando a Hiroshi.
Hiroshi – No te preocupes – Suspiro – Ya es pasado – Le sonrió.
Hisako – Me alegra que seas tan fuerte, y no debes preocuparte por Mio, ella es fuerte y sabe lo que quiere.
Hiroshi – aun asi, es ingenua y fácil de engañar.
Hisako comenzó a reír – Que malo eres. Un momento… ¿Haru tiene un hermano mayor?
Hiroshi – Si, pero es totalmente distinto a Haru, es mas atrevido, mujeriego y piensa de un modo distinto al de él. Aun se alimenta con sangre humana fresca, no se conforma con el banco de sangre o un anima – Suspiro.
Hisako – Es un rebelde – Sus ojos brillaron - ¿Y como es?
Hiroshi – Ni lo pienses Hisako, no es un buen tipo. Y ya me voy, nos vemos después.
Hisako – No seas cruel – Gritaba mientras lo perseguí – Dime, dime, dime…
Hiroshi – Deja de seguirme.
Hisako – No.
Hiroshi – Aléjate, vamos ya para.
Hisako – No hasta que me lo digas ¿SIIIIIIIIIIIIIIIIII?
Hiroshi – No.
Mientras tanto, Mio se encontraba buscando a Izu, o por lo menos lo que ella creía que era Izumi. Pero no encontraba nada, asi que decidió volver cuando sintió un fuerte ruido. 
Izumi estaba arriba del árbol en el que Mio estaba por debajo, Izumi grito y callo en sus brazos y ambas terminaron tendidas en el suelo.
Mio - ¿Izu, que haces aquí?
Izumi estaba helada del susto y no quitaba la mirada hacia detrás de Mio. La cual volteo a ver que era lo que la asustaba y ahí es cuando vio a este joven, el vampiro que había transformado a Izumi en vampiro.
Takano - ¿Esa gata te pertenece?
Mio miro a Izumi – Ehh… Si, es mía.
Takano – Deberías cuidarla mas, es una entrometida.
Izumi – No es cierto – Enojada se enfrento al vampiro.
Mio la miro y se puso nerviosa, ya que Izumi no debía hablarle a otros humanos o se asustarían por eso – Ehh… No es lo que crees.
Takano - ¿Qué tu gata hablo? Conozco muy bien eso, asi que ya sé que habla.
Mio – Umm? ¿Sabes de ella?
Takano – Por su puesto, yo fui…
Izumi grito y lo interrumpió – CÁLLATE – Enojada – Vámonos Mio, vámonos a casa. No tienes que escuchar nada de esta persona, vámonos.- Insistió.
Mio la miro y se preocupo – Esta bien – Luego miro al joven – Perdón por los problemas que te causo, no volverá a pasar.
Takano sonrió – Bien, pero que no vuelva a espiarme.
Mio – Si, no volverá a pasar – Mio a Izumi pensando ¿Espiarlo? – Pero por favor no le digas a nadie lo que sabes de ella ¿Si?
Takano – No hay problema.
Mio tomo a Izu en sus brazos y se fue - ¿En que andabas pensando, Izu?
Mientras la veía alejar, no podía sacarle la mirada – Que linda chica – Sonriendo – Y asi que mi gatita se llama Izumi ahora.
Izumi – Perdón Mio, quería conocer tu escuela. No fue mi intención causarte problemas – Hablaban en el salón de Mio.
Mio – Esta bien, te perdono pero solo por esta vez. Debes prometer no volver a hacerlo, y tendrás que quedarte en mi mochila hasta la última clase.
Izumi – Si, si. Lo prometo.
Mio – Ahora me voy a mi clase de deportes, nos vemos después para ir a casa. No salgas de aquí – Sonriendo, se fue.
Izumi se quedo en la mochila, tal como lo prometió hasta quedarse dormida. Logro dormir un largo rato, pero alguien vino a despertarla, era Takano, que quería hablar con ella – Despierta pequeña – Moviendo la mochila.
Izumi se asusto al verlo de golpe - ¿Qué quieres? – Sacando las garras.
Takano – Tranquila, no voy a hacerte daño. Te salve la vida, porque querría hacerte algo ahora – Sonriendo – Solo quiero hablar contigo, pequeña Izumi.- Comenzó a acariciarla para que se tranquilizara y le agarrara confianza.
Izumi – Esta bien, pero ¿De que quieres hablarme?
Takano – Es sobre la chica con quien estabas hoy.
Izumi - ¿Mio?
Takano – Si, asi que ese es su nombre. Lindo como ella – Sonriendo.
Izumi - ¿Qué quieres con ella? – Actuando como una madre leona.
Takano – Mmm, tantas cosas – riendo – Pero no es sobre eso, es sobre algo que la involucra – Sonrió – Temo decirte esto, pero ella es muy valiosa pata ciertas personas, deberás cuidarla mas.
Izumi - ¿Hablas de la virgen? ¿Mio es la virgen?
Takano – No estoy seguro, pero algo me dice que podría serlo. Asi que correrá peligro cuando eso este comprobado.
Izumi - ¿Y porque me cuentas eso?
Takano – Es solo para que le vayas advirtiendo, debe confiar meno en los demás. Y tal vez ya deberías contarle más coas sobre vampiros – Sonrió.
Izumi – No me digas que hacer, yo hablare con ella a mi modo. A demás no esta comprobado, según dices.
Takano – Solo es una pequeña advertencia – Sonriendo – Nos vemos después, pequeña – La acaricio y se fue, pero antes de salir – No me arrepiento de haberte salvado – Le sonrió por ultima vez, y se marcho.
Izumi se sonrojo, y no lo comprendió ¿Por qué se preocupaba por Mio? ¿Acaso era un buen vampiro después de todo?

El día estaba finalizando para Mio, que volvía de su ultima clase junto a Hisako. Después de cambiarse, volvió al salón por sus cosas e Izumi, y asi volver a casa. 
Mio - ¿Estas bien, Izu?
Izumi – si, ya vamos a casa – Le sonrió.
Mio – Si – Sonriendo, volvieron a casa. Pero antes de salir, Mio vio a Haru, que estaba en la entrada buscando sus cosas. El la miro y le sonrió. Mio lo saludo con la mano muy feliz, pero no se dio cuenta que detrás de él estaba Hiroshi, que no le callo tan bien que ambos ya se conocieran. Después de esas duces miradas, Mio volvió muy feliz a casa. Izumi pudo conocer el chico de quien tanto le hablaba Mio. 
Al llegar a su casa, Izumi la miro y noto la felicidad que salía de ella – Es bueno verte asi, Mio – Sonriendo también.
Mio – Umm? Lo viste, ese era Haru – Sonriendo.
Izumi – Es muy lindo, por eso andas tan enamorada – riendo.
Mio – Oye – Riendo 
Mientras tanto, Hiroshi detuvo a Haru para hablar – Haru, espera.
Haru se volvió - ¿Qué pasa?
Hiroshi – Quiero decirte que lo del pasado voy a olvidarlo, no fue tu culpa.
Haru sonrió – Gracias Hiroshi, tu siempre me caíste muy bien…
Hiroshi lo interrumpió – Pero no te perdonare si le haces algo a Mio. No quiero que te involucres con ella, merece un buen futuro elegido por ella – Serio.
Haru – Yo nunca le haría eso, ni nada que ella no quisiera.
Hiroshi – Nos vemos mañana.

Haru – Hiroshi, espera – Hiroshi siguió caminando y lo saludo moviendo su mano pero no de detuvo – Ella me gusta – Murmuro para si mismo.


Continuara...





2 comentarios:

  1. Q jenial ya salio el capuII yeahh esta bien alraton en la noche lo leoo seve jenial jejeje ya que en la noche se siente mas cerca los vampiros muajajaja...!! chidoo buenaa yeahh..!! +10 puntos Saludos Vampiros yeahh..!!

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